La valla fronteriza de Melilla ha vivido una nueva noche de presión migratoria, la tercera consecutiva, por un grupo de más de 100 personas organizadas y a la carrera que han tratado de aproximarse al perímetro y, al no conseguirlo, han seguido intentándolo disgregándose en pequeños grupos.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla han informado de que la presión en el perímetro se ha mantenido durante toda la noche, lo que ha obligado a desplegar el dispositivo anti-intrusión de la Guardia Civil desde las 21.00 horas de ayer hasta las 8.00 horas de hoy.

El momento más tenso se ha producido a las 4.20 horas de este martes, cuando la Guardia Civil ha detectado un grupo de más de 100 personas que, a la carrera y organizadas, se acercaba a la zona del vallado por la zona comprendida entre los pasos fronterizos de Barrio Chino y Beni-Enzar.

La alerta temprana de la Guardia Civil y su inmediata comunicación a las fuerzas de seguridad marroquíes ha impedido que los inmigrantes de este grupo llegasen al vallado, abortando el salto.

Ante esta situación, los inmigrantes se han disgregado en pequeños grupos y la presión ha continuado toda la noche, aunque siempre han sido localizados antes de poder llegar al vallado y se ha neutralizado cualquier intento de entrada.

El helicóptero de la Guardia Civil ha participado en el dispositivo anti-intrusión, detectando desde el aire los movimientos de los inmigrantes con un potente foco de luz sobre el vallado.

Es la tercera noche consecutiva que el perímetro fronterizo de Melilla sufre presión migratoria, después de que en la madrugada del domingo intentaran saltar la valla medio centenar de subsaharianos y siete consiguieran su propósito, mientras que en la madrugada del lunes la presión se mantuvo toda la noche por entre 20 y 80 personas.

En las dos últimas semanas, desde el lunes 12 de julio, han conseguido acceder de manera irregular a Melilla al menos 384 inmigrantes, según los datos oficiales.