La reacción oficial es de tranquilidad. En un momento en el que el Gobierno estrecha sus lazos con ERC, cuya participación resulta necesaria para aprobar los Presupuestos del año que viene, el arresto de Carles Puigdemont en Cerdeña puede dañar la crucial relación con los republicanos. En la Moncloa, sin embargo, creen que nada tiene por qué cambiar, una semana después de que la mesa de diálogo entre el Ejecutivo y la Generalitat se reuniera en Barcelona, con Pedro Sánchez Pere Aragonès presentes. Otros miembros del Gobierno, en cambio, argumentan que anticipar cualquier tipo de escenario, cuando todavía no se sabe si los tribunales italianos concederán la extradición del ‘expresident’, es “prematuro” y “arriesgado”. De momento, fuentes de ERC también renuevan su apuesta por el "diálogo".

La intención del Ejecutivo es mantener los lazos con los republicanos, elevarse por encima del "ruido" que ha traído consigo la detención de Puigdemont. El propio Sánchez ha querido transmitir el mensaje. “Hoy más que nunca es importante reivindicar el diálogo. Es la única manera para reencontrarse. Hoy es, si cabe, más necesario. Lo fue hace 10 años, lo fue en 2017, lo es hoy y lo será en el futuro. Quiero trasladar mi compromiso y reivindicación del diálogo para que los catalanes puedan superar el trauma de 2017”, ha señalado en una comparecencia sin preguntas el presidente del Gobierno en la Palma, desde donde sigue la evolución del volcán que entró en erupción el pasado domingo.

El jefe del Ejecutivo también ha pedido a Puigdemont, quien huyó de España para evitar el proceso penal por el referéndum independentista de 2017, que se "someta" a la acción de los tribunales. “Hay que recordar que cuando Puigdemont huyó de la Justicia, había otro Gobierno. Este Gobierno siempre ha mantenido la misma posición: respeto a todos los procedimientos judiciales y a las decisiones que se puedan tomar, y en segundo lugar decir que lo que tiene que hacer Puigdemont es comparecer y someterse a la acción de la Justicia”, ha dicho Sánchez. 

Sin querer anticipar nada, la impresión general en la Moncloa es que Puigdemont en principio no será extraditado. Dentro del embrollo jurídico sobre si la euroorden que pesa sobre el expresident está o no suspendida, fuentes del Gobierno central se inclinan por pensar que sí lo está, porque el Tribunal General de la UE, en un auto del pasado 30 de julio, señaló que no se podía reactivar hasta que la justicia europea resolviese la cuestión prejudicial que planteó el Tribunal Supremo sobre los motivos por los que se puede rechazar una extradición. Pero nada está del todo claro sobre esta cuestión. Fuentes del Tribunal Supremo insisten en que la euroorden nunca se desactivó. 

“Muy tranquilos”

“Estamos muy tranquilos sobre las consecuencias políticas con ERC”, explican fuentes de la Moncloa, a la espera de lo que diga el president Aragonès durante su comparecencia este viernes. Los colaboradores del presidente del Gobierno se ciñen a las palabras de Sánchez y al comunicado que emitieron de madrugada, horas después de que trascendiera el arresto del 'expresident', que les cogió por sorpresa. El Ejecutivo no fue informado de la detención antes de que se supiera por los medios.

La detención obedece a un procedimiento judicial en curso que aplica a cualquier ciudadano en la UE que debe responder de sus actos ante los tribunales. El Gobierno español manifiesta su respeto a las decisiones de las autoridades y tribunales italianos, al igual que siempre lo ha hecho con los tribunales españoles y europeos que han dictado resoluciones en los procedimientos judiciales que afectan a Puigdemont. En consecuencia, Puigdemont debe someterse a la acción de la Justicia, exactamente igual que cualquier otro ciudadano”, señaló el Ejecutivo en su primera reacción al arresto.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, exjueza del Supremo, ha ido por el mismo camino este viernes, insistiendo en que el ‘expresident’ debe responder de sus actos y no eludir la acción de la Justicia. En una entrevista en TVE, Robles ha añadido que la detención del líder de JxCat no debe entorpecer los puentes con ERC y la negociación de las cuentas públicas. 

El sector de los republicanos más proclive a establecer lazos on el Ejecutivo central también cree que hay que redoblar la apuesta por el diálogo. “La vía para superar todo esto es el diálogo, la política y la negociación. Ahora más que nunca. Será aún más difícil, pero por ello aún más imprescindible. Porque la cuestión es: ¿Qué alternativa hay? ¿La mesa está en peligro? Sí. ¿Por ello hay que protegerla más que nunca? También”, explican fuentes de ERC, que tampoco creen que Puigdemont vaya a ser extraditado a España.