La fractura del independentismo conservador cristaliza en el Congreso. PdeCat Junts han protagonizado este miércoles una sonada ruptura política en el Parlamento, donde estos dos actores antes coaligados electoralmente buscan dar un nuevo encaje a su relación.

Y es que los cuatro dirigentes de PdeCat, el partido heredero de Artur Mas, y los cuatro de Junts, formación ligada a Carles Puigdemont, han abierto una lucha descarnada en Las Cortes por ampliar su respectivo protagonismo parlamentario a costa del otro. Ambas formaciones concurrieron juntas en las últimas generales bajo las siglas de Junts per Catalunya (JxCat), pero el control de Puigdemont sobre la estructura de la organización soliviantó a los herederos de la antigua Convergència.

Ahora, después de semanas de fuertes tensiones en el Congreso por el debate sobre cómo afrontar la negociación presupuestaria con el Gobierno, han escenificado su divorcio definitivo dentro de su grupo parlamentario, el Grupo Plural, que comparten con Más PaísCompromís BNG.

Un divorcio en el que los implicados también han reclamado una separación de bienes: este mismo miércoles se produjo una reunión en el Congreso donde las dos facciones catalanas pidieron al resto de grupos redistribuir los recursos disponibles, cada uno de ellos tratando de ampliar su margen de tiempo destinado a intervenciones en el Parlamento.

El Grupo Plural se creó por puro pragmatismo: diputados de distintas formaciones políticas sellaron una alianza estrictamente parlamentaria para evitar ser destinados al Grupo Mixto, donde los recursos económicos, el tiempo disponible y las cuotas de iniciativa a presentar son mucho más reducidas. Fue una acción coordinada por ocho grupos minoritarios que estaban abocados a repartirse los recursos del Grupo Mixto. Todos ellos registraron la petición de formar un nuevo grupo y, una vez constituido, la mitad de las formaciones se salieron del mismo para pasar a no adscritos. Se fueron al Mixto Teruel ExistePRCCoalición Canarias Nueva Canarias y quedaron en el Grupo Plural Más País-Compromís, Junts per Catalunya y el Bloque Nacionalista Galego. Así, los partidos pequeños conseguían distribuirse en dos espacios y lograban más ‘tarta’ en este reparto del pastel.

Sin embargo, las desavenencias en JxCat han llegado hasta tal punto que la situación se ha hecho insostenible. Las diferencias comenzaron hace ahora un año, cuando los dirigentes de PdeCat anunció que mantendría perfil propio ante la deriva de Junts, pegada a las directrices del ex president Puigdemont y en una oposición sistemática a cualquier vía de negociación con el Gobierno que no incluya la autodeterminación. Ya en noviembre del año pasado, los cuatro diputados del PdeCat brindaron su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, mientras Junts se mantuvo al margen. Las diferencias se hicieron más pronunciadas conforme se acercaban las elecciones catalanas, donde concurrieron por separado y PdeCat se quedó sin representación en el Parlament catalán.

La semana pasada estas diferencias se hicieron aún más evidentes de cara a las nuevas negociaciones presupuestarias para 2022 y el portavoz de los posconvergentes, Ferran Bel, puso en cuestión la oferta lanzada por su homóloga de Junts, Miriam Nogueras, sobre crear un frente común para negociar los PGE que han llegado ya al Congreso. Bel cargó duramente contra sus compañeros de grupo y de candidatura, asegurando que están “en la trinchera todos los días” y ejerciendo “la oposición a todo”, resultando poco creíble su disposición a iniciar una negociación real.

Ahora estas diferencias han llegado al mismo seno del Grupo Plural, que se reunió este miércoles por la mañana ante la petición de Junts de reestructurar la distribución de tiempos y recursos entre los distintos grupos y restar protagonismo a PdeCat, al considerar que, al no tener representación en el Parlament catalán, los cuatro diputados de los que dispone actualmente en el Congreso no son reflejo real de su influencia.

En este encuentro, en el que destacaron los reproches, también asistieron representantes del resto de grupos. El planteamiento de Junts era el de cambiar el sistema de funcionamiento que fue instaurado en su constitución para reducir los tiempos del subgrupo de PdeCat; una petición que fue desoída por el resto de partidos, al considerar que una vez estando el grupo en funcionamiento, los problemas internos de coalición debían de resolverse internamente.