Kyle Rittenhouse, absuelto la semana pasada de varios cargos de homicidio por la muerte de dos personas durante las protestas raciales de Kenosha en agosto del año pasado, ha asegurado que no es racista y apoya el movimiento "Black Lives Matter" ("Las vidas negras importan").

"Este caso no tiene nada que ver con la raza. Nunca tuvo nada que ver con la raza. Tuvo que ver con el derecho a la autodefensa", ha insistido Rittenhouse, quien era menor de edad cuando efectúo los disparos que mataron a Anthony Huber y Joseph Rosenbaum, en una entrevista para la cadena Fox.

"No soy una persona racista. Apoyo el movimiento BLM ('Black Lives Matter'), apoyo las manifestaciones pacíficas", ha dicho Rittenhouse, según el avance que ha ofrecido la cadena de la entrevista que se emitirá este lunes por la noche.

"Les he contado a todos lo que allí pasó. Les he dicho que tenía que hacerlo. Acababa de ser atacado, estaba mareado, vomité, no podía respirar", ha insistido Rittenhouse, quien en el juicio estuvo insistiendo en la "amenaza" que supuso para su seguridad las dos personas que mató y una tercera a la que hirió en una pierna.

Rittenhouse también ha criticado la labor de los fiscales durante el proceso judicial, a quienes les acusó de "mala conducta" no solo en su caso particular, sino también en "otros muchos".

"Creo que es necesario que haya un cambio. Creo que hay mucha mala conducta por parte los fiscales, no solo en mi caso, sino en otros también. Es increíble ver cuánto puede un fiscal aprovecharse de cualquiera", ha acusado.

En la noche del 25 de agosto de 2020, Rittenhouse viajó desde Antioch, en Illinois, hasta Kenosha, en Wisconsin, para, aseguró, proteger la propiedad privada de los disturbios y saqueos en los que derivó la protesta por el caso de Jacob Blake, un ciudadano afroamericano reducido con cuatro disparos por la espalda cuando un grupo de policías respondía a una llamada por violencia doméstica.

Rittenhouse, armado con un rifle de asalto semiautomático, se unió a un grupo de pistoleros que se erigieron en protectores de las calles, una suerte de "aspirante a soldado", tal y como le definieron en el juicio. Tras ser increpado por uno de los manifestantes empezó una refriega que terminó con Rosenbaum muerto.

Huber, quien intentó detenerle golpeándole con su monopatín, también recibió varios disparos que acabaron con su vida, al igual que Gaige Grosskreutz, quien resultó herido. Por todo esto, fue acusado de cinco cargos, tres de ellos de homicidio y los otros dos contra la seguridad pública al portar un arma de fuego.

Un jurado mayoritariamente formada por personas de raza blanca dio finalmente por válida la teoría del abogado de Rittenhouse, quien basó la estrategia en pintar un paisaje de caos y destrucción en el que el joven, por entonces menor de edad, fue objetivo de las "amenazas" que campaban a su alrededor.