Pablo Casado ha aterrizado en Barcelona dispuesto a marcar los próximos pasos en la batalla, ya 'per se' politizada, sobre la inmersión lingüística y el castellano en las aulas. El líder del PP ha lanzado dos mensajes: uno al Gobierno y otro a la Generalitat. Al presidente Pedro Sánchez le ha exigido que inicie los trámites para aplicar el artículo 155 en Cataluña y que suspenda la autonomía catalana, y al jefe del Govern, Pere Aragonès, le ha alertado de que emprenderá la vía penal contra él y contra el 'conseller' d'Educació, Josep González-Cambray, si no acata la sentencia del TSJC que exige un 25% de castellano en las aulas.

"Que se atengan a las consecuencias. Cuando un represente público incumple la ley, se enfrenta a las penas que prevé el Código Penal. Si un responsable público incumple una resolución judicial, está incurriendo en un delito de desobediencia y, en el momento en el que fuera requerido para cumplirlo, puede cometer un delito prevaricación. En el Govern deberían saber que el Estado de Derecho en España funciona y que quien incumple la ley acaba, si un juez lo decide, en la cárcel”, ha defendido ante los periodistas tras reunirse con entidades en defensa del bilingüismo en las escuelas catalanas.

Sánchez y Kennedy

No se ha quedado ahí. Ha llegado a equiparar lo que sucede en Canet de Mar con la segregación racial en Estados Unidos, después de que el PP lo comparara con la Alemania Nazi, pidiendo a Sánchez que "actúe como Kennedy" porque "esta es una causa de la humanidad".

"Se ha recordado mucho el caso de Ruby Bridges en Misisipi en 1960, se ha recordado menos que dos años después el presidente Kennedy tuvo que mandar a las tropas federales en 1962 para escoltar a los alumnos en la universidad frente a la segregación racial que el gobernador de ese estado seguía planteado", ha deslizado, y ha añadido que: "esas son las causas que merecen la pena, pero tiene que haber presidentes como Kennedy que decidan dar la batalla y eso es lo que está faltando en el Gobierno de España".

Casado ha lanzado su propuesta de crear una alta inspección educativa, sacando estas competencias a la Generalitat, y ha anunciado que acudirá al Consejo de Europa para que se pronuncie. "Quien señala a un niño por sus dogmatismos ideológicos y políticos es un enfermo moral, no se puede ni apedrear ni aislar a niños", ha insistido sobre la situación que se vive en Canet de Mar (Barcelona) y después de que la familia del menor de P5 que denunció se desmarcara de la politización del debate.

Por su parte, el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha pedido la ejecución de la sentencia y ha dicho que la inmersión pura es “ilegal” y no es un modelo de éxito”. “Si lo fuera, ¿cómo es posible que los mismos nacionalistas denuncien que el uso social del catalán está en niveles inferiores a los del franquismo? Es bastante incompatible”, ha apostillado. A su juicio, vulnera derechos lingüísticos y tampoco fomenta el uso del catalán, una lengua “antipática, identificada con un proyecto político”, que es el del independentismo, ha dicho. Con todo, ha alertado al soberanismo de que “cualquier causa que para su defensa exija el señalamiento de un niño, no merece la pena”.