El Tribunal Constitucional se ha visto obligado a incluir en el orden del día del primer pleno que celebra con su actual composición los incidentes de recusación presentados por el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, los 'exconsellers' Dolors Bassa y Raül Romeva, así como los que acompañaron al primero a Bélgica, contra los magistrados Enrique Arnaldo y Concepción Espejel, para dar una respuesta adecuada al primer obstáculo que se ha presentado al tribunal durante la presidencia de Pedro González-Trevijano, informaron fuentes del alto tribunal.

El pleno, que se celebra entre este miércoles y el jueves, tiene que dar una respuesta a la iniciativa de Puigdemont, que alega que ambos magistrados propuestos por el PP para alcanzar el Constitucional han perdido la apariencia de imparcialidad necesaria para poder pronunciarse sobre los recursos del 'procés' aún pendientes, entre los que se encuentran los presentados por Oriol Junqueras, Dolors Bassa y Joaquim Forn contra la sentencia del Supremo, pero también varios contra otras resoluciones dictadas a partir de ella.

De hecho, en el orden del día original de la reunión aparecían varias impugnaciones de Junqueras y del propio Puigdemont, aunque no se preveía deliberar ninguno de los presentados contra el fallo que les impuso penas de hasta 13 años de prisión.

Antes de otros recursos

La presentación de las recusaciones obligó a alterar la previsión de asuntos, porque de su resolución dependerá cuántos magistrados participan en la resolución de los recursos pendientes, aunque no se descarta que sean rechazadas de plano si se entiende que son fraudulentas y su intención es paralizar al actuación del propio tribunal. El incidente de Puigdemont pedía expresamente que no participara en la resolución de la de Arnaldo el presidente González-Trevijano, por la amistad que le atribuye con el primero.

Otra opción sería tramitarlas para lo que sería necesario nombrar un ponente para cada incidente. En el hipotético caso de que fueran apartados, solo ocho de los 12 magistrados que componen el Constitucional podrán resolver los recursos contra la sentencia del Supremo aún pendientes.

El motivo es que Cándido Conde-Pumpido y Antonio Narváez decidieron apartarse de las deliberaciones tras ver ambos cuestionada su apariencia de imparcialidad por varios de los condenados en el 'procés' y el expresidente huido. Con Arnaldo y Espejel serían cuatro los magistrados apartados de estas deliberaciones, lo que dejaría el pleno con ocho magistrados, siempre y cuando Alfredo Montoya retornase al tribunal, ya que se encuentra de baja por enfermedad.