El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aprobado formalmente el envío de más tropas al este de Europa en lo que Washington define como una muestra de apoyo a los aliados de la OTAN que se sienten amenazados por los movimientos militares de Rusia cerca de Ucrania y la amenaza de una invasión.

El despliegue, que Biden ya adelantó la semana pasada y al que dio luz verde tras una reunión el martes con el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el jefe del Estado Mayor, el general Mark Milley, ha sido anunciado oficialmente este miércoles por el portavoz del Pentágono, John Kirby y se producirá “en los próximos días”. Unos 1.000 soldados estadounidenses de un escuadrón stryker que ya están basados en Alemania se trasladarán a Rumanía, donde EEUU ya tiene cerca de 900 efectivos militares. Aproximadamente 300 militares más irán desde la base de Fort Bragg, en Carolina del Norte, hasta Alemania y otros 1.700 de una brigada de infantería de combate se trasladarán desde las instalaciones estadounidenses hasta Polonia.

Kirby ha insistido en que estos movimientos de tropas, que se suman al anuncio del jueves pasado de que 8.500 efectivos estadounidenses han sido colocados en “alerta elevada” para potenciales despliegues, no son permanentes y ha enfatizado que los efectivos “no van a luchar en Ucrania”. El portavoz ha asegurado también en que no se debe leer la decisión como señal de que Washington da por seguro que el presidente ruso, Vladimir Putin, haya tomado la decisión de invadir Ucrania pero sí como un mensaje de que “si invade habrá consecuencias”.

Sin señales de desescalada

El anuncio es la última señal de una escalada de tensión y las persistentes diferencias entre Washington y Moscú que de momento no ha logrado frenar el diálogo diplomático. Llega dos días después de un hostil enfrentamiento dialéctico con acusaciones cruzadas entre las dos potencias en el Consejo de Seguridad de la ONU y menos de 24 horas después de que Putin, en una rueda de prensa, acusara públicamente a EEUU de estar provocando al Kremlin para que se inicie un conflicto armado, unas declaraciones a las que la Casa Blanca respondió señalando a Putin como “agresor”.

Este miércoles también se han conocido las respuestas que Estados Unidos y la OTAN enviaron la semana pasada a las demandas de seguridad que realizó Rusia. En documentos confidenciales publicados por 'El País', cuya autenticidad ha confirmado Kirby, tanto Washington como la Alianza Atlántica rechazaron la exigencia de Moscú de que la OTAN nunca admita la incorporación de Ucrania así como firmar un tratado bilateral sobre seguridad en Europa con Rusia.

Tanto EEUU como la OTAN ofrecen negociar acuerdos de desarme y medidas de confianza en foros como la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, el Diálogo sobre Estabilidad Estratégica EEUU-Rusia y el Consejo OTAN-Rusia, condicionado a que se inicie una desescalada en la amenaza militar rusa sobre Ucrania, cerca de cuyas fronteras aseguran que ha desplegado ya más de 100.000 efectivos y equipamiento militar. Washington también se muestra dispuesto a discutir con Moscú el concepto de “indivisibilidad de la seguridad”, que Putin esgrime como central para frenar la potencial entrada de Ucrania en la OTAN.

El martes Putin ya denunció en su comparecencia ante la prensa que sus demandas habían sido “ignoradas”. Queda pendiente que de el visto bueno a una respuesta formal a EEUU y la OTAN.