El PP logró este domingo retener su feudo en Castilla y León, donde gobierna desde 1987, pero Pablo Casado no obtuvo el triunfo arrollador que buscaba. El líder del partido alentó la ruptura del Gobierno de coalición con Ciudadanos y las elecciones anticipadas para fortalecerse interna y externamente: quería restarle ímpetu a Isabel Díaz Ayuso y enviarle a Pedro Sánchez el mensaje de que el PP está listo para volver a la Moncloa.

El resultado obtenido no le ha ayudado en sus objetivos. Pese a ganar las elecciones, los conservadores sacaron 31 escaños, solo dos más de los que ya tenían, y el PSOE quedó segundo a un punto y poco en el porcentaje de voto: 31,4% frente a 30%. Y lo más significativo para Casado y la composición del mapa político general: Vox pasó de un escaño a 13.

La fuerza de ultraderecha tiene la llave para la investidura de Alfonso Fernández Mañueco. Santiago Abascal, el verdadero ganador de la noche, se fue a Valladolid a arropar a su candidato, un desconocido Juan García-Gallardo.

El PP gana por la mínima en Castilla y León y depende de Vox para formar Gobierno

El PP gana por la mínima en Castilla y León y depende de Vox para formar Gobierno Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE

13-F | Los resultados de las elecciones en Castilla y León

Pasadas las diez de la noche, nada más coger el micrófono ante los simpatizantes para analizar el apabullante resultado, dejó claro al PP que va a exigir entrar en el Ejecutivo regional. "Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García-Gallardo. España quiere más 'gallardos' y menos 'rufianes'", soltó. Apenas nadie conocía al cabeza de cartel de Vox hace un mes. Da igual. La marca de Vox es muy robusta en estos momentos, ante un Ciudadanos que se deshace (cayó de 12 a 1 escaños) y un PP que no encuentra el tono para convencer a esos votantes más de derechas que ahora prefieren a los de Abascal.

Ciudadanos sigue su declive y se queda con un asiento de los 12 que tenía

En el partido conservador la exigencia de la vicepresidencia fue rechazada apenas una hora después y el secretario general, Teodoro García Egea, desvió esa responsabilidad al PSOE. Vino a decir que de los socialistas dependerá que Mañueco tenga que apoyarse en los 13 procuradores de Vox para poder ser investido. "Ya ha dicho [el candidato del PP] que va a iniciar una ronda de diálogo con todos. Entiendo que el PSOE tendrá interés en ese tema", respondió sobre la posibilidad de que García-Gallardo sea el número dos de la Junta. Los populares lanzaron el mensaje de que, pese a los números que han arrojado las urnas, quieren gobernar en solitario.

El PP habla de 'misión cumplida' en Castilla y León y el PSOE cree que ha sido un 'rotundo fracaso'

El PP habla de 'misión cumplida' en Castilla y León y el PSOE cree que ha sido un 'rotundo fracaso' Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EP

Sin efecto de Yolanda Díaz

En el Ejecutivo de coalición en Madrid, el resultado general se leyó con cierto optimismo, más porque las expectativas de Casado se habían hundido que por los datos cosechados por sus candidatos, el socialista Luis Tudanca y el morado Pablo Fernández, que perdieron entre los dos ocho escaños. La cifra era subrayada y celebrada en el PP.

El PSOE, que fue primero en los comicios de 2019, pero no logró gobernar, pasó a ser segunda fuerza este domingo y se dejó siete procuradores (35 a 27). El vuelco con el que soñaron los últimos días no se hizo realidad. Y los morados lograron mantener un escaño, pero perdieron el segundo que ocupaban. El tirón de Yolanda Díaz, la dirigente emergente en el bloque morado, no se ha detectado, aunque la vicepresidenta podrá decir que casi no ha participado en la campaña por la intensa agenda con la que ha bregado estas últimas semanas (la aprobación de la reforma laboral y la negociación del salario mínimo interprofesional, entre otros asuntos).

La estrategia del Gobierno central es destacar el revés de Casado por intentar una operación para marcar un cambio de ciclo antes de que lleguen el año próximo las municipales, autonómicas y generales y encontrarse, en cambio, un resultado que le complica lagobernabilidad. "Cambiar a Ciudadanos por Vox, vaya negocio", se quejaban diputados del Congreso recordando que Francisco Igea era hasta hace dos meses el número dos de Mañueco. Los populares pueden acabar compartiendo Gobierno con la ultraderecha, algo que no ha ocurrido hasta ahora en ninguna autonomía o ayuntamiento, ya que la formación de Abascal siempre decidía dar apoyo a las investiduras y las leyes, pero no reclamar cuota de poder. Abascal afirmó el domingo por la noche que exigirán el cumplimiento de su programa, en el que piden evitar "el drama del aborto", reclaman el veto parental en las escuelas, atacan el Estado autonómico y cargan contra las ayudas para acabar con la violencia machista y colaborar con los inmigrantes irregulares que llegan a España.

La campanada entre los partidos de la España vacía la da Soria Ya, que se convierte en la más votada en esa provincia

En el PP preocupa quedarse anillado a Vox ante el ciclo electoral que se avecina, como dejó claro García Egea. La izquierda utilizó en las dos últimas convocatorias generales de 2019 el miedo a la ultraderecha como factor movilizador. Al primero que le afectará será al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), que tiene que llamar a las urnas antes de que acabe el año y, ahora, con este resultado de Castilla y León, muy diferente al que logró Ayuso en Madrid, se le pone cuesta arriba. Porque, como dijeron en varios mítines el propio líder del PP y Mañueco, su intención era repetir la gesta de la presidenta, que rozó la mayoría absoluta, y no necesitar a la fuerza de ultraderecha.

Junto a la fiesta en Valladolid de Vox, el otro foco de alegría se localizó en Soria, donde Soria Ya irrumpió con tres escaños y ganó al PP (1) y al PSOE (1). A falta de 'Ayusazo' en esta noche electoral, los movimientos de la España vacía celebraron un 'Teruelazo'. Unión del Pueblo Leonés (UPL) escaló de uno a tres sillones y Por Ávila mantuvo el que tenía.