Familiares de los tripulantes del arrastrero Villa de Pitanxo, hundido en aguas canadienses el martes, han pedido este miércoles en Vigo continuar con la búsqueda de los desaparecidos y que se diriman responsabilidades tras el naufragio en pleno temporal de este barco, con base en Marín (Pontevedra).

Kevin González, hijo de Fernando, un moañés de 53 años, ha dicho en declaraciones a la prensa que el dispositivo de rescate debe continuar con las labores "hasta que no pueda más".

Así ha sido el ruego de Kevin, que sigue pendiente de noticias de su progenitor, y que también ha solicitado que se investigue qué ha sucedido con este arrastrero congelador en el Atlántico norte, "no por venganza, para que no vuelva a pasar".

De idéntico modo se ha pronunciado Pablo More, al ser su familia una de las más golpeadas por la tragedia, pues ha perdido a su hermano Daniel, que estaba enrolado con sus sobrinos Diego y Edwin.

El armador, el Grupo Nores, les ha informado de que los cuerpos de Daniel y de Diego, o Dieguito como le conocían en su círculo íntimo, son dos de los recuperados, mientras que de Edwin, en cambio, nada se sabe.

Daniel deja mujer y dos hijos de 18 y 9 años. Edwin tiene cuatro.

"No sabemos nada, estamos desesperados". Las peores horas para los familiares de los desaparecidos

"No sabemos nada, estamos desesperados". Las peores horas para los familiares de los desaparecidos Agencia ATLAS / Foto: EP

Pablo ha lamentado que pese a las malas condiciones meteorológicas, que conocieron por sus parientes, la tripulación tuviese que ponerse a la faena, mientras que otras embarcaciones dedicadas como el Villa de Pitanxo a la pesquería del fletán estaban aguardando a que el tiempo en la zona mejorase.

"Hay barcos que estaban esperando a que amainase para poder trabajar", ha declarado Pablo, y ha dejado caer que no era la primera vez que tenían orden de no hacer un parón pese a ser las condiciones muy hostiles.

El resultado, "tantas familias de luto", se ha quejado esta familia.

El del Gran Banco de Terranova está considerado como uno de los caladeros más duros del mundo, por el clima y por las aguas profundas.

Canadá ha anunciado este miércoles la cancelación de la búsqueda.

La notificación del fin de las operaciones de localización y rescate se ha producido poco después de que el Centro de Coordinación de Rescates confirmase que el número final de cuerpos recuperados es nueve y no diez como inicialmente se informó.

El error fue fruto de una confusión durante la comunicación con uno de los barcos pesqueros portugueses que participaba en las tareas de rescate.

Tras la aclaración de las autoridades canadienses, el número de pescadores rescatados con vida es de tres mientras que los cadáveres recuperados son nueve. Otras doce personas siguen desaparecidas.

Los tres supervivientes son el patrón del barco, Juan Padín; su sobrino, Eduardo Rial; y un marinero originario de Ghana, Samuel Kwesi.

Los tres están en el pesquero Playa de Menduíña 2, que también recuperó seis cadáveres. Otro cuerpo se encuentra en el pesquero portugués Novo Virgem da Barca y los dos muertos restantes han sido recogidos por el buque canadiense Nexus.