La policía española y marroquí han frustrado un nuevo intento de salto en Melilla este martes. A primera hora de la mañana un millar de personas se han dirigido hacia la ciudad autónoma desde territorio marroquí y 400 han logrado llegar hasta la valla. Según la Delegación de Gobierno de Melilla, no se ha registrado ninguna entrada irregular. Es el tercer intento en una semana, en las anteriores ocasiones unas 871 personas lograron acceder a la ciudad española. 

Esta tentativa de entrada se ha producido al sur de Melilla, entre los pasos fronterizos de Barrio Chino y Beni-Enzar. En los últimos días, más de 4.500 personas migrantes han tratado de llegar a suelo español. Muchos de ellos se encuentran acampados a pocos kilómetros de la valla en condiciones precarias a la espera de poder intentarlo de nuevo. 

La delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, ha manifestado pocas horas después, que se sigue "manteniendo un dispositivo de vigilancia, tanto por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado como de las fuerzas marroquíes", según recoge el 'Faro de Melilla'. Además, Moh ha defendido que se mantiene una buena coordinación con la policía marroquí y ha apuntado que también han reforzado su operativo estos últimos días. 

Refuerzos policiales

Tras los dos primeros intentos de salto, el 2 y 3 de marzo, la Delegación de Gobierno de Melilla informó que durante el fin de semana llegarían a la ciudad cerca de un centenar de agentes para reforzar el dispositivo actual conformado por agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional. Además, la delegada del Gobierno, critico, la “agresividad” de parte de las personas que trataron de llegar a la ciudad y lamento que decenas de policías resultaron heridos la semana pasada. 

El ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, se desplazó el domingo hasta la frontera para conocer de primera mano la situación y mostrar su apoyo a las fuerzas de seguridad. El ministro también defendió que se había actuado "con proporcionalidad y respetando el principio de legalidad" tras la publicación de varios videos por parte de oenegés que denunciaban la violencia utilizada por la policía para contener la entrada de migrantes. 

En paralelo, el Sindicato Unificado de Policía, ha pedido a las autoridades que se cree una Unidad de Intervención Policial permanente en Melilla para que evitar enviar refuerzos cada vez que se producen intentos de saltar la valla. 

Los efectos de la pandemia golpean a la comunidad migrante

Los efectos de la pandemia han golpeado especialmente a la comunidad migrante procedente de África subsahariana que se encuentra en Marruecos. Según denuncian varios líderes comunitarios, muchos de ellos se encuentran sin recursos, varados en Marruecos y con pocas oportunidades laborales. 

Una de las mayores adversidades que afrontan es obtener la residencia en Marruecos para poder optar a un contrato de trabajo. Los mismos migrantes relatan que es una tarea casi imposible y que las condiciones que exigen las autoridades excluyen a muchos de ellos del proceso. También critican que ningún país europeo ofrece vías legales y seguras para poder emigrar con un visado. 

Otra de las razones que apuntan los expertos a estos últimos intentos de llegar a España por Melilla es que las rutas marítimas, en patera cruzando en Mediterráneo o el Atlántico, dirección a las Islas Canarias, se han vuelto muy caras. Explican que muchas de las personas que tienen intención de cruzar no tienen los recursos para pagar los precios que exigen las mafias que organizan estas travesías, según recoge el medio marroquí Medias 24.

Detenciones de la policía marroquí

La sección de Nador, (norte de Marruecos) de la Asociación Marroquí por los Derechos Humanos, ha denunciado este martes que tras el nuevo intento de acceder a Melilla, la policía marroquí ha llevado a cabo una “oleada de arrestos” de personas migrantes que estaban en puntos próximos a la frontera, también en la zona montañosa de Gourougou, a pocos quilómetros de Melilla. 

Según explican, decenas de estas personas migrantes de origen sudanés y subsahariano han sido trasladados en cuatro autobuses hasta la población marroquí de Arekmane. Esta asociación en defensa de los derechos humanos ya ha denunciado en anteriores ocasiones que en este punto existe un centro en el que los migrantes son retenidos y en ocasiones son trasladados hasta el sur o interior del país.