El discurso habría sido otro hace menos de 20 días. Pero el mundo cambió el 24 de febrero, cuando de madrugada Rusia atacó Ucrania, y esa alocución prevista del Rey no pudo tener lugar. El acto de homenaje a los habitantes de la isla de La Palma, el reconocimiento a su ejemplaridad y estoicismo en los 85 días en los que el volcán de Cumbre Vieja escupió lava, ceniza y explosiones, se suspendió, así como la Conferencia de Presidentes que iba a tener lugar al día siguiente en otro punto de la isla. Pero este sábado, 12 de marzo, el compromiso con los palmeros pudo retomarse, con los Reyes al frente del tributo, acompañados por el presidente del Gobierno y nueve ministros, más todos los presidentes autonómicos, salvo el catalán, Pere Aragonès. El escenario era el mismo: el claustro del convento de San Francisco de la capital insular, Santa Cruz de La Palma.
El propio Felipe VI recordaba este sábado, en el arranque de su discurso, la cancelación del acto de homenaje por unos acontecimientos que “consternaron al mundo y que son totalmente inaceptables”, “una guerra sin justificación”, “contraria a la Carta de Naciones Unidas”, que supone una “clara violación del Derecho internacional” y que evoca “la memoria de los peores tiempos pasados”. El monarca mostró su preocupación y la “solidaridad con las autoridades y el pueblo ucraniano”, cuyo sufrimiento “es desgarrador”. Esta era la segunda vez, desde que estalló el conflicto, en que el jefe del Estado se refería en un discurso a Ucrania, después de la cena inaugural del Mobile, el 27 de febrero en Barcelona.
La solidaridad, dijo el Rey, es “consustancial a los españoles” y es “uno de los mayores valores y fortalezas de nuestra unidad y de nuestra pertenencia a la UE”. “Ante esta nueva crisis que estamos viviendo, España muestra su firme compromiso para ayudar a los ucranianos”, remarcó Felipe VI.
El monarca advertía de cómo el planeta que conocíamos hasta ahora cambiará con esta guerra: el “futuro de todos, en España, Europa y en todo el mundo” tendrá mucho que ver con lo que suceda en el flanco oriental del Viejo Continente. Por delante, admitió, “nuevas dificultades”, la necesidad de "continuar ofreciendo apoyo y amparo a Ucrania” y especialmente a los millones de refugiados que “huyen del horror”. “También lo haremos juntos, con nuestros socios europeos, haciendo grande la casa común que compartimos”.
Felipe VI retomó en ese punto el acto de reconocimiento a los palmeros, por su “coraje y fortaleza” frente al drama de una erupción que arrancó el 19 de septiembre de 2021 y que se prolongó durante “meses eternos”. La dorsal de Cumbre Vieja permaneció activa 85 días y ocho horas, hasta el pasado 25 de diciembre, y dejó cifras récord: 7.000 personas evacuadas, 2.988 edificaciones y 1.200 hectáreas afectadas, 9.000 seísmos, 70 kilómetros de carreteras sepultadas, 400 hectáreas de cultivo arrasadas. Un litoral transformado por la fuerza del magma volcánico.
"Una tristeza compartida"
Los palmeros fueron todo ese tiempo un “ejemplo de superación, de fortaleza, de humanidad, de ayuda mutua, y también de unidad”, resaltó el Rey. “Unidad” que ha sido también señalada constantemente por el presidente, Pedro Sánchez, como una clave en el éxito de la gestión, ya que trabajaron unidos el Ejecutivo central, el del archipiélago, presidido por el socialista Ángel Víctor Torres, y el insular, dirigido por el popular Mariano Hernández Zapata. Ese espíritu, observó el Rey, contagió a todo el país: la erupción “unió a todos los españoles sin excepción”, porque lo sintieron como “algo propio”. “Sufrimos por y con vosotros. Fue una tristeza compartida, una impotencia colectiva”.
Pero esa unidad, siguió, es la que debe alumbrar el camino también a partir de ahora, ahora que está arrancando el proceso de reconstrucción de la isla. "El presente y el futuro de La Palma nos preocupa a todos. Su recuperación es un proyecto colectivo, una esperanza compartida [...]. Estas son hoy las acciones importantes, las que construyen, las cifras de la unidad y de la recuperación. Podéis estar seguros de que seguiremos avanzando juntos, compartiendo esfuerzos y enfrentando los nuevos retos”, concluyó, explicitando su compromiso y el de la reina Letizia.
Concluido el acto, que duró cerca de una hora, los Reyes y las autoridades salieron hacia el exterior, hacia la plaza de San Francisco. Ellos, Sánchez (y su Gabinete) y los presidentes autonómicos pasaron largo rato departiendo con invitados y condecorados y haciéndose fotos con ellos. El presidente pudo mantener un breve saludo con el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo —"mañana habrá tiempo para más" conversación, explicó a los periodistas—.
El jefe de la Xunta se convirtió en el objetivo codiciado de los cámaras por su salto a la arena nacional, y se le vio hablar con el resto de mandatarios, especialmente con los barones del PP. Sánchez adelantó a los periodistas que en las próximas horas se conocerán algunos detalles más de la gira europea con la que pretende recabar apoyos para un rediseño del mercado energético. Algunos líderes europeos vendrán a España, mientras que él viajará a otras capitales.
Paseo por la isla de los Reyes
El cielo amenazó lluvia durante toda la tarde de este sábado, pero se contuvo. No así la temperatura fresca. El acto de homenaje a la ejemplaridad del pueblo de La Palma comenzaba pocos minutos después de las 17 horas (las seis en la Península) con la lectura, por parte de tres niños de los colegios afectados por la erupción del volcán, de la declaración institucional de reconocimiento de los habitantes de la isla por su “entereza, solidaridad y sentido del deber cívico” durante los tres meses de actividad de Cumbre Vieja, declaración que aprobó el Consejo de Ministros el pasado 11 de enero.
Después, siguió la entrega de las Medallas al Mérito de la Protección Civil del Ministerio del Interior a 39 instituciones públicas y privadas que participaron en la emergencia provocada por la erupción. La máxima distinción recayó en la dirección técnica del Pevolca (Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias), por su labor de respuesta a la emergencia. Pero el Gobierno también premió a la Policía, la Unidad Militar de Emergencias, el Ejército de Tierra y del Aire, la Armada, Cruz Roja, las policías locales de Los Llanos de Aridane, Tazacorte y El Paso.
También el Ejecutivo extendió su reconocimiento al cuerpo de policía autonómica, la Radio Televisión Canaria, el Servicio Canario de Salud, los equipos de bomberos o a las entidades que prestaron apoyo psicológico a los palmeros. A la entrega de condecoraciones sucedió la lectura del estremecedor poema ‘Yo vuelvo a La Palma’, de la escritora Elsa López, la intervención del Rey y, como cierre, la interpretación de la canción ‘Vivo en un archipiélago’ del coro insular y juvenil de la isla.
El Rey había llegado a Santa Cruz procedente de Chile, donde había acudido a la toma de posesión del nuevo presidente del país, Gabriel Boric, y se trasladó a un punto en Los Llanos de Aridane que había visitado con la Reina el pasado 23 de septiembre. Ese lugar fue posteriormente arrasado por la lava del volcán, y por eso quiso visitar esa zona este sábado. Allí charló con algunos vecinos y después, ya con su esposa, que había viajado desde Madrid, recorrió algunas de las calles céntricas de Santa Cruz de La Palma.
Tras el acto, el Rey mantuvo una cena informal con Sánchez y los presidentes autonómicos (menos el lendakari, Iñigo Urkullu), mientras la Reina regresaba a la capital. El jefe del Ejecutivo, a su vez, también se citó, antes de la cena, con los barones socialistas. Este domingo, la XXVI Conferencia de Presidentes, una jornada que se prevé intensa pero con cierta tregua política, precisamente por Ucrania, aunque Feijóo, como nuevo líder 'de facto' del PP, ya quiere marcar territorio y pide una rebaja fiscal generalizada.
