Alberto Núñez Feijóo tardará "semanas" en dimitir como presidente de la Xunta para centrarse en su liderazgo al frente del PP estatal, aunque evitó concretar la fecha de su renuncia ante las exigencias de una oposición que le afeó "falta de respeto" a Galicia por mantener la incertidumbre. En Onda Cero, avanzó que en mayo "todo el mundo estará en sus puestos".

Antes de esa entrevista, el titular del Ejecutivo gallego se enfrentó al primer cara a cara con los portavoces de BNG y PSdeG desde que es presidente del PP tras el congreso de Sevilla de los pasados viernes y sábado. Reiteró que es el compromiso lo que lo hará dimitir como jefe de la Xunta, pero sin cerrar la fecha. "No voy a dedicar meses, voy a gastar semanas", se limitó a decir, sin dar más pistas que encomendar a la nacionalista Ana Pontón "ir preparando el debate de investidura".

La sesión constituyó un pulso. Pontón y el socialista Luis Álvarez le exigieron concretar su salida, pero Feijóo no solo se zafó, sino que usó el escaño parlamentario para atacar al Gobierno central presidido por Pedro Sánchez, al que culpó directamente de que "la inflación en España sea un 40% más alta que la de los socios europeos", en alusión al 9,8% de incremento de precios por culpa de la guerra de Ucrania y el impacto sobre la energía.

En ese punto, Feijóo comenzó a dibujar su discurso como alternativa a Sánchez, al que culpó de "mentir a conciencia" sobre la crisis. "Nunca le mentiría a los españoles", espetó en alusión a lo que considera una política económica errónea y al incumplimiento de la promesa de bajar impuestos concretada en la última Conferencia de Presidentes.

Por su parte, Pontón lamentó que Galicia vaya a tener un presidente "elegido por dedazo", en alusión a la sucesión de Feijóo, y vinculó la tardanza en concretar el relevo en que "las aguas no bajan tan calmas en el PP".

El socialista Luis Álvarez criticó que Feijóo "ya no tenga la cabeza aquí" y que las medidas de la Xunta no hayan llegado aún al bolsillo de los gallegos.