Valladolid amaneció con lluvia el martes de la toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco. De los presidentes autonómicos del PP solo acudió Isabel Díaz Ayuso, levantando la expectación mediática habitual. No dudó en brindar su total apoyo al presidente de la Junta, “es un día de alegría porque se ha alcanzado un gran pacto con Vox” afirmó, celebrando que la comunidad vecina a la de Madrid es “socialismo free”. Mientras la presidenta madrileña atendía a los medios de comunicación, el expresidente Mariano Rajoy, que siempre ha acompañado a Mañueco en los días importantes, llegaba a las Cortes castellanoleonesas.

Ayuso evitó todas las preguntas sobre la ausencia más sonada de la jornada, la de Alberto Núñez Feijóo (reunido con empresarios y sindicatos en Génova), justificando que esté dedicando todos sus esfuerzos a “priorizar la agenda económica”. Y cargó duramente contra Pedro Sánchez, “que pacta con los herederos de ETA y se permite dar lecciones sobre con quién hay que hacer pactos”. La dirigente madrileña defendió, en línea con lo que ha hecho siempre, los acuerdos alcanzados con Santiago Abascal “si es lo que quieren los ciudadanos en las urnas”.

Justo después aparecía la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, como máxima dirigente de los populares. “El PP está”, dijo en varias ocasiones para justificar la falta de Feijóo, que dejó claro que la número dos del partido sí había acudido a arropar a Mañueco. Los que no faltaron fueron los líderes regionales del partido. Carlos Iturgaiz (Euskadi), Paco Núñez (Castilla La-Mancha), Alejandro Fernández (Cataluña) y Ana Beltrán (Navarro) escoltaron a la propia Ayuso en su paseillo por las Cortes. Con Rajoy ya habían llegado Ana Pastor y Fernando Martínez-Maíllo. También estuvo el portavoz del Senado, Javier Maroto. Por parte del Gobierno central estuvo presente la ministra de Educación, Pilar Alegría.

Lo que no pudo evitar Gamarra fue la foto del saludo con Abascal, que irrumpió por sorpresa en las Cortes y esperó su turno para hablar ante los medios de comunicación. El saludo fue muy breve y con prisas. Pero el líder de Vox no mostró incomodidad en ningún momento. Sí defendió la presencia de su partido en el primer gobierno autonómico, el de Castilla y León, a pesar de querer acabar con el sistema autonómico recogido en la Constitución. “Hemos contestando mil veces a esa pregunta. Es legítimo que un partido democrático pueda estar en todas las instituciones democráticas”, zanjó. A continuación se reunió con el vicepresidente del Gobierno, Juan García-Gallardo, y los otros tres consejeros propuestos por Vox.

Tras una breve introducción del presidente de las Cortes, Carlos Pollán (Vox), la ministra de Educación tomó la palabra. Felicitó “con sinceridad” a Mañueco tras haber revalidado la presidencia y dejó clara la defensa del Gobierno central al sistema autonómico y al proyecto europeo. Mañueco, que intervino a continuación, dejó claro que el de Castilla y León será “un gobierno leal en todo momento” mirando a la representante del Ejecutivo. 

El presidente se emocionó citando a su mujer e hijas, a las que agradeció “el apoyo en todo momento” y citó a varios de los presentes, muy especialmente a Rajoy. También aseguró sentirse apoyado “en lo personal y en lo político” por Feijóo, sobre todo, desde que ha tomado las riendas del PP nacional. Trataba de cerrar así un capítulo polémico que ha durado días y que volvió a ensombrecer el propio acto institucional de este martes.