El nuevo líder del PP dejó claro a su llegada a Génova que el manejo de los tiempos y el orden de prioridades serán clave en su forma de hacer oposición. Alberto Núñez Feijóo no es partidario de tener varios frentes abiertos al mismo tiempo. Y lanzar una propuesta económica sólida era, sin duda, su primer gran objetivo. Pasadas dos semanas de su encuentro con Pedro Sánchez en Moncloa, donde se comprometió a hacerle llegar un documento trabajado (en el que han colaborado dirigentes, exministros, profesionales ajenos a la política y que ha tratado directamente con los agentes sociales), empezará a desencallar otros asuntos.

Feijóo quería trasladar que la renovación del Consejo General del Poder Judicial no es su prioridad a diferencia del Gobierno, que tiene prisa. Pero sí acordó con el presidente “retomar las conversaciones” para volver a la negociación. Además de los vocales del CGPJ, en el mes de junio deben renovarse cuatro miembros del Tribunal Constitucional (la mitad dependen del Consejo, que no puede hacer nombramientos en funciones tras la reforma aprobada en 2021). De ahí que el Ejecutivo quiera sacar adelante todo el acuerdo para esa fecha. El PP está dispuesto a abordar la renovación, pero no se pondrá a ello hasta que entregue su plan de choque económico este viernes, tal y como publica El Periódico de España.

A partir de ahora, explican fuentes de la cúpula popular, sí se reactivará ese asunto. En Moncloa llevan días insistiendo en que designen interlocutores por ambas partes, pero el PP no daba respuesta. “Primero resolvemos un tema y después nos ponemos con el siguiente”, resumen dirigentes populares, apuntando a la nueva forma de trabajar en Génova. La misma que sigue Feijóo dentro del partido. Cuando deje definitivamente la Xunta se reunirá con los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado para abordar cambios en portavocías y direcciones. Y también queda por completar el organigrama tras haber nombrado al comité de dirección. Las secretarías ejecutivas siguen vacantes.

En su encuentro en Moncloa, Feijóo pidió al presidente “tiempo” para abordar la negociación institucional. Y, a diferencia del exlíder popular, Pablo Casadono puso líneas rojas encima de la mesa, aunque el dirigente gallego ve necesario avanzar en una nueva fórmula para garantizar una mayor independencia en el sistema de elección del Consejo. 

El principal escollo de la anterior dirección del PP y el Gobierno era la insistencia de Casado de que no fuera solo un compromiso. El líder popular, que durante mucho tiempo se negó a renovar el CGPJ hasta que no hubiera un cambio en el sistema, terminó dando por buena la renovación tal y como marca la Constitución ahora, siempre y cuando se iniciaran los trámites de una reforma legal. Eso implicaba una votación en el CongresoEn la nueva cúpula popular vuelven a hablar de “compromiso”. Recientemente, el vicesecretario de coordinación Autonómica y Local, Pedro Rollán, aseguró que el futuro acuerdo no sería “un cheque en blanco” para el Gobierno.

No dejó dudas de que los nuevos vocales del Consejo se pueden elegir  “única y exclusivamente” con las normas actuales porque "así lo fija la Constitución", pero sí reconoció que Feijóo aspira a que se “sienten las bases” en paralelo para las futuras renovaciones. Encima de la mesa vuelven a estar fórmulas que Casado rechazó, como una subcomisión parlamentaria en el Congreso para estudiar otro sistema y analizar el del resto de países europeos. 

En el PP aún no han decidido quiénes actuarán como interlocutores, aunque parte de las miradas se centran en Cuca Gamarra por su doble condición de secretaria general y portavoz parlamentaria. Ya estuvo en algunas conversaciones durante la etapa pasada por la negociación de las instituciones en el Congreso y conoce la posición del Gobierno, que pilotaba sobre todo el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.

Aun así, las fuentes consultadas por este diario acreditan que por mucho que no sea la prioridad, el PP vuelve a estar en la senda de esa negociación y que el objetivo sí era cerrar la propuesta económica (que será la base de la labor de oposición el resto de legislatura) antes de dar pasos hacia otras direcciones. A la espera de la respuesta del Gobierno, que previsiblemente no aceptará ninguna de las medidas planteadas, el PP se abrirá a empezar a hablar en los próximos días del CGPJ.

La propuesta económica, que contiene medidas fiscales como la rebaja del IRPF para rentas inferiores a 40.000 euros y ayudas directas a las personas más vulnerables (rentas inferiores a 17.000 euros), está trabajada para poner en un brete al Gobierno. “No puede decir a todo que no. Y si lo hace, le va a costar explicarlo”, zanjaban fuentes populares a este diario, que además cuentan con el visto bueno de las organizaciones empresariales.