Después de despedirse formalmente de la Xunta de Galicia y presentar su dimisión, Alberto Núñez Feijóo ultima el desembarco institucional en Madrid. Aunque ya pasaba algunos días de la semana en su despacho de la calle Génova, la agenda de presidente autonómico aún absorbía buena parte de su tiempo. En la semana del 9 al 12 de mayo se celebrará el pleno de sucesión y su aún vicepresidente, Alfonso Rueda, tomará las riendas del ejecutivo gallego. Previsiblemente, tras la fiesta de San Isidro, comenzarán los movimientos en los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado, que se mantienen en alerta.

Si algo ha aprendido el partido en este mes de nueva presidencia es que el orden de los tiempos lo son todo para el líder. Que no es partidario de abrir un frente sin haber cerrado el anterior y que no dejará que ni el Gobierno ni otros partidos de la oposición le marquen su hoja de ruta. Al menos, dicen en la dirección, lo evitará lo máximo posible.

Feijóo ya trasladó a los suyos que al dejar la Xunta mantendrá una reunión con sus diputados y senadores. La idea es un encuentro conjunto que presidirá junto a Cuca Gamarra y Javier Maroto, los dos portavoces en las Cortes. Y ahí empezarán los cambios.

Nadie tiene dudas en el partido de que Feijóo desembarcará en la Cámara Alta como senador por designación autonómica. El proceso lleva unos tiempos, recogidos en el Estatuto autonómico y, por eso, en la formación se preparan para que todos los cambios empiecen a funcionar con el nuevo curso. La reunión interparlamentaria se producirá en la segunda quincena de mayo, pero su toma de posesión como senador podría llegar ya en junio, el último mes de este periodo de sesiones en el que se celebrarán dos plenos.

En el partido no están seguros de si participará o no en alguno (en función de si da tiempo), pero toda la formación cuenta con que la ‘revolución’ parlamentaria servirá para arrancar el nuevo curso político con novedades en el mes de septiembre. Un curso que ya tendrá superada la resaca de las andaluzas (primera prueba de fuego de la era Feijóo) y que se presentará como el verdadero arranque del ciclo electoral con las autonómicas y municipales de mayo.

La incógnita siguen siendo los cambios que acometerá en las direcciones de los grupos y hasta qué punto tratará de ‘vaciar’ el Congreso para resaltar la labor del Senado, la Cámara en la que él estará. Esta hipótesis es la que manejan parlamentarios de ambas cámaras. Los diputados miran con desconfianza la función que para ellos tenga pensada Feijóo. El hecho de que el líder no vaya a estar en el Parlamento, reconocen, implica que el PP tendrá un menor protagonismo. El manejo de la negociación y los tiempos para decidir el voto en el decreto de la guerra de esta semana fue un ejemplo de ellos. Sus señorías no conocieron el sentido del voto hasta bien entrada la mañana. 

La realidad, reconocen, es que la actividad política a nivel nacional en Madrid se concentra fundamentalmente en el Congreso. Y el temor de los populares, según explican algunos diputados a este diario, es que Feijóo quiera cambiar esa tendencia mientras el resto de partidos siguen poniendo toda la carne en el asador en la Cámara Baja.

Por otro lado, coinciden también diputados y senadores, si Feijóo desembarca en la Cámara Alta “tendría todo el sentido” que traslade los grandes debates al Senado, donde consideran que hará “su propio equipo” y que acometerá cambios más profundos en la dirección.

Maroto continúa sin saber si seguirá siendo portavoz, aunque muchos dirigentes lo ponen en duda. Sobre todo, reconocen, porque la llegada del líder implicará cambios profundos para hacer notar su impronta. En el Congreso no está del todo claro lo que ocurrirá. La mayoría de dirigentes cuenta con que Gamarra, también secretaria general, seguirá al frente de la portavocía y confrontará como número dos del partido con Pedro Sánchez. Eso sí, todos cuentan con modificaciones en la dirección del grupo y en que habrá otra especie de portavoz, aunque sea en el nivel de adjunto, que sea realmente quien lleve el día a día del grupo.

Fuentes del Congreso aseguran que Feijóo como líder de la oposición y presidente del grupo popular de las Cortes tiene un despacho en la Cámara Baja, independientemente de que no sea diputado. Se trata de un detalle que algunos diputados resaltan como algo positivo, con la confianza de que también establezca parte de su rutina de trabajo en el Congreso.