El suicido entre los agentes que trabajan en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se ha convertido en un problema grave. La media de personas que se quitan la vida en este ámbito laboral ronda la cifra de 30 cada año en España, muy por encima de la media de la población general. La necesidad de abordar esta situación llevó a los sindicatos CSIF Asturias, Jupol, Jucil y Jusapol a organizar una jornada de prevención del suicidio entre los agentes que tuvo lugar ayer en el centro polivalente de Lugones. CSIF Asturias considera “un éxito” la asistencia a la jornada, en la que participaron alrededor de 180 funcionarios, entre Guardias Civiles, Policías nacionales y locales.

Los ponentes pusieron de relieve la necesidad de tomar medidas y Sergio Fernández Peña, presidente de CSIF, lamentó que sea “un problema que se silencia”. “La mayor parte de los trabajadores se olvidan del trabajo cuando llegan a casa, en cambio, los Cuerpos de Seguridad se llevan consigo las escenas que han vivido; tiroteos, accidentes, asesinatos, encontrarse a una persona muerta desde hace meses en su casa, un montón de situaciones que no son fáciles de superar”, dijo. A todo ello se le une el hecho de que “tienen a su disposición un arma”. Para Fernández Peña, “el sistema nos los protege” y por eso “es urgente la creación de gabinetes psicológicos específicos para que puedan ir eliminando ese estrés que se acumula en el agente”.

La apertura del acto estuvo a cargo del vicepresidente de Asturias, Juan Cofiño, que señaló que desde el Principado se están llevando a cabo diversas iniciativas para prevenir el suicido, “un tabú social con una enorme repercusión emocional en el entorno de las personas fallecidas por esta causa”. En esta línea, celebró que en una jornada como la que tuvo lugar ayer en Lugones se abordasen, entre otros asuntos, “las causas y la gestión psicológica de la idea suicida”.

A continuación, el alcalde de Siero, Ángel García, aseguró que la prevención del suicido es “uno de los grandes retos que hay en la sociedad”. En su opinión, “cuando alguien se suicida es un fracaso del entorno, todos se preguntan qué podría haber hecho yo. Todos se culpan”, subrayó.

El alcalde también apuntó la manera que considera más correcta de abordar estas situaciones: “Nosotros en Siero tuvimos momentos difíciles, todos tenemos que tener unas exigencias con nosotros mismos y con el trabajo, pero lo primero que tenemos que hacer es intentar hacer la vida más fácil a los compañeros, ir con buena actitud, con una sonrisa y con ganas”. Ángel García se preguntó “quién no tiene un bache”. “El sistema y uno mismo tiene que darse cuenta de que eso puede ocurrir, que es algo normal y que si llega el caso hay que darle una respuesta”. Por eso, aprovechó para “felicitar a estas asociaciones” por celebrar esta jornada.

Policía local del concejo

Víctor Villa, concejal de Seguridad Ciudadana, también presente en la jornada, explicó alguno de los puntos que se tocaron durante las ponencias: “Llevar un arma conlleva un exceso mayor de responsabilidad y cuando por desgracia ocurre algún tipo de incidente en el que tiene que intervenir alguno de los Cuerpos de Seguridad el foco de atención se pone en ellos y eso no deja de ser una preocupación constante”. Villa se refirió también al “mal ambiente” que se encontró cuando llegó en la Policía local de Siero: “No deja de ser una bola que por no haber tomado cartas en el asunto en su momento con el paso de los años fue creciendo y fue haciéndose más difícil el tratar de conseguir un resultado positivo”. Una situación que, asegura, está empezando a cambiar: “Muchos agentes de la plantilla actual de la Policía local de Siero lo que me trasladan que están viviendo un cambio y que hay otra forma de trabajar en la Policía local.”.