Alberto Núñez Feijóo reunirá la próxima semana a los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado para diseñar la estrategia que el partido llevará a cabo a partir de ahora, en plena crisis del Gobierno por el caso Pegasus y a las puertas de las elecciones en Andalucía. Los diputados y senadores llevan tiempo esperando este encuentro, el primero que mantendrán con el nuevo líder de la formación y tras semanas en las que, según explican varios dirigentes a este diario, se han sentido “apartados” de la hoja de ruta general. A partir del mes de junio el presidente popular desembarca en la Cámara Alta, llamada a acaparar un mayor protagonismo.

Según explican fuentes de la cúpula, la idea que tiene Feijóo es trazar las líneas de trabajo con los dos grupos. En el caso del Senado, parte de la estrategia pasará por intentar forzar que Pedro Sánchez acuda a la Cámara Alta de forma regular, al menos durante los dos plenos mensuales en los que hay sesión de control. A diferencia del Congreso, donde la cita con la oposición es fija cada miércoles, en el Senado solo hay dos plenos de control al mes y es el presidente el que elige uno de ellos para medirse con sus rivales. Y ni siquiera está obligado. En lo que va de año, Sánchez ha acudido tan solo dos veces a la Cámara Alta.

La intención de la dirección nacional es que a partir de la semana que viene, con las instrucciones que reciban de primera mano de Feijóo, los senadores comiencen a presionar para que el presidente acuda lo máximo posible. El PP pretende explotar la idea de que el jefe del Gobierno “no da la cara” y si, continúa por esa senda, avanzan, con Feijóo en el Senado, insistirán en que rechaza medirse con el líder conservador, que va en cabeza según las últimas encuestas

Un nuevo eje de oposición

Los populares pretenden hacer de esta situación un nuevo eje de oposición parlamentaria. Precisamente, tras el escándalo del espionaje a varios líderes independentistas aceptado por la propia directora del CNI (con la pertinente autorización judicial) y el reconocimiento de Moncloa de que el teléfono del presidente también fue espiado (igual que el de la ministra de Defensa), el PP está presionando mucho para que sea Sánchez quien vaya a dar explicaciones en sede parlamentaria.

La formación considera esencial que el presidente cuente las razones políticas por las que se ordenó el espionaje a dirigentes independentistas, especialmente al hoy president Pere Aragonès, en el momento en que estaba negociando la investidura de Sánchez. Para los populares se trata de un caso “inédito” que requiere escuchar directamente al jefe del Ejecutivo.

En la dirección nacional reconocen que ahora que se ha confirmado el desembarco de Feijóo en el Senado, los parlamentarios emprenderán una ofensiva para forzar a Sánchez ir más a menudo a esa Cámara. En realidad, en lo que queda de curso político hay pocas oportunidades para que los dos líderes se midan en su primer duelo nacional.

El 25 de mayo el Parlamento de Galicia confirmará la designación autonómica de Feijóo y su mano derecha, Miguel Tellado (también en la dirección nacional) como senadores. En el mes de junio hay dos plenos previstos para el 7 y el 21 de junio, pero está por ver la confirmación de Sánchez en alguno de ellos.

Como publicó este diario, aunque la llegada de Feijóo al Senado estaba prevista para antes del verano, el gran objetivo del PP es arrancar el curso político en el próximo septiembre con todos los cambios resueltos. Una especie de ‘revolución parlamentaria’ por lo que supone la llegada del líder a las Cortes y las decisiones que en los dos grupos esperan, y que podrían afectar a las direcciones e incluso a las portavocías. También están por ver posibles cambios en el grupo parlamentario europeo, ahora que Esteban González Pons se ha convertido también en uno de los hombres de la dirección nacional popular. 

La confirmación de que Feijóo iría al Senado, que ha llegado con bastantes días de antelación, tiene que ver con que esta semana será el pleno de investidura del que será el nuevo presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. A finales de semana, el presidente del PP abandona oficialmente el gobierno autonómico gallego después de trece años al frente.

¿Vaciar el Congreso?

Como ya publicó El Periódico de España, la incógnita que sigue teniendo en alerta a diputados y senadores son los cambios que acometerá en las direcciones parlamentarias y hasta qué punto tratará de vaciar el Congreso para resaltar la labor del Senado. Esta hipótesis es la que manejan parlamentarios de ambas cámaras. Los diputados miran con desconfianza la función que para ellos tenga pensada Feijóo. 

El hecho de que el líder no vaya a estar en el Parlamento, reconocen, implicará necesariamente que tenga un menor protagonismo. Y, de hecho, la propia negociación del primer decreto importante bajo la batuta de Feijóo (la votación del decreto anticrisis por la guerra de Ucrania) fue el primer ejemplo que probó el manejo de los tiempos y la escasa información que comparte el líder nacional. Los diputados no supieron lo que tenían que votar hasta muy avanzada la mañana.

Aun así, la dificultad de trasladar los grandes debates políticos al Senado es más que evidente. La política nacional se centra, fundamentalmente, en el Congreso. Y, de hecho, pronto habrá un claro ejemplo con la celebración del Debate sobre el Estado de la Nación.