Que no haya pugnas en el Gobierno mientras España acoge estos días la cumbre de la OTAN. Este es el mandato que ha asumido Podemos, tras una conversación con el ala socialista, y que ya se ha evidenciado con un inusual silencio sobre la muerte el pasado viernes de hasta 37 inmigrantes en la frontera de Melilla, según los datos de las ONG. Un “perfil bajo” que ha sido acordado entre Podemos y el Partido Socialista. “La semana de la OTAN, tranquilidad. No se van a dar críticas que puedan parecer un boicot”, resumen fuentes de la formación morada, tal como recoge El Periódico de España, diario que pertenece a este mismo grupo.

El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, contactó la semana pasada con Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y secretaria general del Podemos, e Irene Montero, titular de Igualdad, según confirman fuentes de los dos bloques del Ejecutivo. El objetivo era, apuntan los morados, sondear sus planes esos días y “asegurarse” de que el socio minoritario iba a tener una “semana tranquila”. Bolaños les transmitió la importancia de preservar el encuentro internacional que se celebra en Madrid y al que van a asistir 40 jefes de Estado y de Gobierno. Fuentes socialistas corroboran esta interlocución y que este fue el mensaje trasladado por el ministro.

Aunque Yolanda Díaz coincide también en la necesidad de evitar los conflictos domésticos en el Ejecutivo, cuando España está en el foco internacional, en esta ocasión “no ha hecho falta” que la vicepresidenta segunda del Gobierno pidiera discreción a Podemos. En su caso, tampoco ha ha mediado una comunicación con los socialistas. Pero Bolaños sí optó por hacerlo directamente con las ministras moradas. El “miedo del PSOE era más con Podemos” que con Díaz, que siempre ha abogado por un perfil más institucional que de partido, y “preocupaba lo que fueran a hacer Ione e Irene”

Irene Montero, Félix Bolaños y Ione Belarra. EFE

Podemos decidió recoger el guante y lanzar un “guiño” al socio mayoritario de la coalición, conscientes de que la cumbre de la OTAN es un encuentro al que el PSOE le otorga especial importancia y “merece la pena respetarlo”. La formación, por ejemplo, resolvió no alentar la división del Gobierno en los días previos y se abstuvo de enviar a sus dirigentes más conocidos a las protestas de este sábado contra la cita de la Alianza Atlántica, a la que sí asistieron altos cargos de Izquierda Unida, como el secretario de Estado de Agenda 2030 y líder del PCE, Enrique Santiago, o su eurodiputada y portavoz, Sira Rego. Podemos se opone con la misma firmeza a la OTAN y, desde el principio, dejaron claro que la intención de sus líderes era no acudir. Pero el acuerdo interno en el Ejecutivo es guardar silencio durante su celebración y esquivar la polémica sobre esta reunión mundial.

En el ala morada han hecho también algo de introspección, después de una negociación que consideran exitosa sobre el último decreto anticrisis, en el que lograron incluir un cheque de 200 euros para familias vulnerables o una rebaja al abono transporte. Creen que hay que allanar el camino dentro de la coalición para que los socialistas estén “receptivos” a sus propuestas lo que queda de legislatura. En Podemos defienden que debe darse un acelerón legislativo, que consideran “fundamental para tener opciones de gobernar” en las próximas generales. Desde hace meses, y en especial desde el fiasco electoral de la izquierda en Andalucía, los morados reclaman a Pedro Sánchez que “lidere” políticas "valientes" desde el Ejecutivo, en lugar de pactar con unos y otros (en referencia al PP y Ciudadanos) en el Congreso. "Cuando hay que presionar se presiona, pero tenemos que claro que durante la cumbre de la OTAN, perfil bajo", insisten.

La tragedia en Melilla

Pero, cuando se tomó esta decisión, no se había producido la tragedia en la valla de Melilla. Un tema que resulta especialmente sensible para Podemos, que siempre se ha mostrado muy crítico con la política de inmigración del Ministerio socialista de Interior. En esta ocasión han eludido grandes pronunciamientos y justo por esto, admiten en el partido, no se convocó la rueda de prensa habitual de los lunes, posterior a su ejecutiva. "Es una semana complicada y la prudencia con la que está operando Podemos es notoria", reseñan.

<p>Isabel Rodríguez e Irene Montero&nbsp;durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. </p> José Luis Roca

El acuerdo en el seno del Ejecutivo se dejó entrever también en la comparecencia ante la prensa después del Consejo de Ministros. Durante el turno de preguntas, los periodistas inquirieron por la muerte de una treintena de inmigrantes a Irene Montero hasta en cinco ocasiones, pero la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, impidió que contestase la titular de Igualdad. "Si le parece a la ministra de Igualdad, responderé a todas las preguntas relacionadas con la valla", destacó la socialista en un primer momento, para responder después a todas las cuestiones relacionadas con migración y dirigidas a la dirigente de Podemos.

Según explicaron más tarde fuentes próximas a Irene Montero, estaba "pactado" dentro del Consejo de Ministros que, sobre este asunto, respondiera la también ministra de Política Territorial. Un pacto enmarcado en el consenso alcanzado la pasada semana entre las dos formaciones que integran el Ejecutivo sobre la cumbre de la OTAN.

Desde Podemos señalan, sin embargo, que lo "grotesco" de impedirle a Montero responder en estas cuestiones se debe a la inquietud que existe en el Partido Socialista después de las polémicas palabras del presidente, Pedro Sánchez, que la semana pasada sacó pecho de la reacción al "asalto" a la valla y alabó la actuación de la policía marroquí. Unas declaraciones que en Podemos considera un "error". "No quieren que haya ninguna fisura en el Gobierno y saben que si habla Irene no va a mentir: va a decir lo que piensa y no pueden permitirse eso", considera el socio minoritario de la coalición.

Petición de investigación

Quien sí se pronunció este lunes fue el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, en una comparecencia de última hora destinada a "marcar posición" y que, según ha podido saber este periódico, fue convocada después de conocerse que Montero no intervendría sobre este asunto en Consejo de Ministros. Echenique anunció una proposición no de ley para pedir una investigación al Gobierno sobre lo sucedido, una iniciativa que no tiene carácter vinculante y que, según admiten desde el partido, probablemente no entre a debatirse hasta el próximo mes de septiembre.

Durante sus declaraciones en el Congreso, el portavoz parlamentario también evitó valorar las palabras de Pedro Sánchez sobre lo sucedido en Melilla alegando que "no me corresponde a mí", en lo que ha sido interpretado en Podemos como un nuevo intento por rehuir el conflicto dentro del Gobierno en los prolegómenos de la cumbre internacional.

Pablo Echenique e Irene Montero. EP

A última hora del día hubo también unas declaraciones de la vicepresidenta segunda, en las que, en la misma línea, sorteó cualquier choque, pero quiso dejar claro que "debemos conocer lo que ha pasado". "No siento más que pena y tristeza", por los fallecidos y sus familias. "Los derechos humanos no son relativizables", sentenció. Cada hora que pasa este asunto se vuelve más incómodo para Unidas Podemos. Y, de hecho, Belarra sí se ha dirigido en los últimos días al ala socialista del Gobierno para pedirles explicaciones. La ministra se ha puesto en comunicación este fin de semana con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y con el de Interior, Fernando Grande-Marlaska, para solicitarles la apertura de sendas investigaciones que esclarezcan lo ocurrido en Melilla.

Desde el gabinete de Exteriores aseguran no tener conocimiento de esta reclamación. En Interior niegan que Belarra haya hablado con Marlaska pero reconocen que ha llegado una carta de su Ministerio que, previsiblemente, se refiere a esto. Lo ignoran aún porque, apuntan, en Interior "estamos centrados en la gestión de un departamento tan amplio como este".