Las pensiones mínimas y el ingreso mínimo vital (IMV) subirán el año que viene en función de lo que cierre el IPC este ejercicio. Que, según los cálculos preliminares del Gobierno, será una cifra cercana al 8,5%. Así lo establece el libro amarillo que recoge el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2023, que contempla un gasto total de 190.687 millones de euros para costear el sistema público de pensiones durante el próximo año. Ello representa alrededor de 4 de cada 10 euros gestionados desde el Estado central y un aumento respecto al 2022 del 11,4%.

Actualmente la pensión mínima no contributiva es de 421,4 euros al mes y el año que viene subirá en función de cómo cierre el IPC el año. Aplicando la aproximación del 8,5% que prevé el Gobierno, esta transferencia quedaría en 2023 en los 457,2 euros, es decir, subiría unos 35 euros a partir del 1 de enero del 2023. En España hay alrededor de 428.000 personas perciben algún tipo de pensión no contributiva -ya fuere mínima o por invalidez-.

En el caso del IMV, las cuantías a percibir dependen de la composición de la unidad familiar. Tomando como referencia un adulto que vive solo y no tiene cargas familias, en 2022 está cobrando 491,63 euros al mes. Si se aplica la revalorización del 8,5%, pasaría a percibir 41,8 euros más, hasta un total de 533,4 euros. Esta renta mínima estatal llega a un total de 1,2 millones de personas (que viven en 461.000 hogares).

La cifra concreta de aumento de las pensiones y el ingreso mínimo vital (IMV) se conocerá de manera definitiva el próximo 14 de diciembre, que es cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) está previsto que publique el dato consolidado de IPC de noviembre. Entonces, realizando la media del IPC de los últimos 12 meses (diciembre 2021-noviembre 2022) se podrá obtener el dato de incremento definitivo de las pensiones.

Equilibrio presupuestario

La intensa escalada de los precios que lleva sufriendo la economía española desde hace meses exigirá un esfuerzo con escasos precedentes a la Seguridad Social para cumplir con sus compromisos. Según los cálculos recogidos en los Presupuestos, los gastos de la Seguridad Social aumentará el año que viene un 12,8%, hasta los 204.208 millones de euros. No obstante, todo ese incremento de gasto podrá ser cubierto con el aumento de ingresos previstos para las arcas de la tesorería, tanto por la vía de nuevas cotizaciones, como por las transferencias directas del Estado.

A nivel de cotizaciones sociales, por ejemplo, que son las recaudadas directamente de los trabajadores en activo, los ingresos aumentan el 11,5% el próximo año. "Gracias a las mayores cotizaciones sociales y por el actual marco de crecimiento económico", según argumentan desde la tesorería. Tres décimas por encima (11,2%) de lo que aumentará el gasto en pensiones contributivas, lo que da cuenta de la actual viabilidad del sistema.