Presupuestos Generales

El doble discurso del PSOE valenciano: aplaude las cuentas de Sánchez en Valencia y las critica en Alicante

Sarrià celebra unos presupuestos que "revierten la marginación histórica" a la Comunidad, obvia que son las peores para la provincia y Soler reclama cambios en unas cuentas que traerán a este territorio sólo 1,2 de cada diez euros de la autonomía. Puig anuncia 207 millones adicionales

Soler y Baño participan en la reunión para valorar los Presupuestos en Alicante.

Soler y Baño participan en la reunión para valorar los Presupuestos en Alicante.

M. A. Rives

Alicante

Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) diseñados por el Gobierno central han forzado a los socialistas de la Comunidad Valenciana a entonar un doble discurso en el que tan importante es lo que se dice como lo que se pasa por alto, lo que se obvia. Lo ocurrido este lunes dio buena cuenta de ello. Desde València, el diputado del PSPV-PSOE en el Congreso Vicent Sarrià salió a aplaudir al Ejecutivo de Pedro Sánchez porque el territorio valenciano "alcanza un nuevo récord de inversiones por tercer año consecutivo". Mientras tanto, 170 kilómetros al sur, en Alicante, el secretario general del PSPV- PSOE en la provincia, Alejandro Soler, ponía el acento en otra cuestión significativa, como es la marginación sin precedentes que experimenta esta demarcación en las cuentas para el próximo año. 

Sarriá compareció desde la provincia que se embolsará 7,4 euros de cada 10 euros previstos en inversiones en la Comunidad. Soler lo hizo desde un territorio que, por contra, recibirá las migajas. Tan solo 1,26 euros por cada 10 euros presupuestados por el Estado. El descontento es tan generalizado que incluso los empresarios han anunciado movilizaciones y, en medio de toda esa polémica, el jefe del Consell, de viaje institucional en Bruselas, anunció que, de los 300 millones que el Gobierno aporta a la Generalitat para que decida sus propias inversiones, 207 se destinarán para reequilibrar las cuentas e inyectar más fondos en Alicante. 

El agravio que el Gobierno, una vez más, ha cometido con Alicante ha levantado ampollas en una provincia que aporta un 30% al PIB regional, pero que, sin embargo, es sometida a un maltrato sistemático desde Madrid. Las cifras son incuestionables porque Alicante, según las cuentas del Gobierno, recibiría en 2023 tan solo 160,8 millones en inversiones, la cifra más baja por habitante de todo el país. Pero tan cierto es ese atropello como el dato que demuestra que las inversiones para el conjunto de la Comunidad registrarán un aumento, pasando de 1.208 a 1.269 millones de euros. Ese es un logro del que los socialistas valencianos se congratulan, aunque para no deslucir convocatorias como las de Sarriá se vean forzados a guardar en un cajón los datos del reparto territorializado que evidencian, a fin de cuentas, que València recibirá seis veces más fondos que Alicante. 

Con esa pretensión, Sarrià, que es además secretario de Relaciones con las Cortes Generales del PSPV-PSOE, salió triunfal a proclamar a los cuatro vientos que, con esas cuentas, las que dejan a Alicante en el último puesto en el reparto de inversiones, "el Gobierno ha revertido la marginación histórica del PP a nuestra tierra". Una tierra con la que, visto lo visto, debía referirse exclusivamente a València porque, si bien es cierto que crece el presupuesto para la Comunidad, también lo es que aumenta por las jugosas inversiones destinadas en exclusiva a esa provincia. Sarriá no se quedó ahí sino que quiso además destacar «la incidencia de los PGE sobre los valencianos» dado que la Comunidad "alcanza un nuevo récord de inversiones por tercer año consecutivo", insistió. Llegó incluso a loar «la apuesta decidida del Gobierno por infraestructuras clave para la Comunidad». Puso como ejemplo el tren entre Gandia y Dénia. 

Vicent Sarria y Ana Botella presentan los presupuestos en València.

Vicent Sarria y Ana Botella presentan los presupuestos en València.

Peso económico y poblacional

Mientras tanto, Soler se reunió con el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Carlos Baño, para poner sobre la mesa el reducido impacto que tienen las cuentas en la provincia. Unas cuentas que Soler valoró que son buenas para el país al reforzar el estado del bienestar pero que, al mismo tiempo, "no cuentan con las inversiones que debe tener la provincia por su peso económico y poblacional". En esa línea, aseguró que ya se está trabajando codo con codo con Puig para mejorar el presupuesto vía enmiendas, modificaciones o inversiones directas. Soler recordó la importancia de impulsar proyectos como la conexión con el aeropuerto, las infraestructuras de transporte de ferrocarril que llegan al puerto de Alicante o las infraestructuras viarias como la mejora de la A7. Soler declinó valorar las declaraciones de Sarriá. Dijo que comparte que son unos buenos presupuestos globales, pero no para Alicante y eso es, precisamente, lo que pide que se cambie.

Baño, por su parte, consideró que las cuentas "condicionan el futuro y el desarrollo" de la provincia, y subrayó que "no podemos consentir que nuestros ciudadanos estén en inferioridad de condiciones". Inferioridad que, visto lo visto, pasó desapercibida esa misma mañana en València. 

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