CUMBRE EN MARRUECOS

El Gobierno rechaza que la ausencia de Mohamed VI desluzca la RAN y revela su "extraordinaria relación" con Sánchez

Moncloa asegura que conocía de antemano que el rey no estaba en el país y que la llamada previa a la RAN denota su "implicación personal" con España | El comunicado de la Casa Real marroquí sobre la próxima visita de Sánchez anuncia "acciones concretas marcadas por la eficacia y proyectos tangibles" para reforzar la relación bilateral

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez (c), es recibido por el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch (d) a su llegada al Aeropuerto Internacional Mohammed V, a 1 de febrero de 2023, en Rabat (Marruecos).

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez (c), es recibido por el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch (d) a su llegada al Aeropuerto Internacional Mohammed V, a 1 de febrero de 2023, en Rabat (Marruecos). / EFE

Marisol Hernández | Marc Ferrà

Los vaivenes de la relación con Marruecos han vuelto, una vez más, a sacudir la política nacional, esta vez por el hecho de que Mohamed VI no reciba en audiencia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La semana crucial de la celebración de la Reunión de Alto Nivel (RAN), con todo preparado para sellar una alianza duradera, que sólo ha sido posible tras el giro histórico de España sobre el Sáhara, la chispa de que no había encuentro entre el jefe del Ejecutivo y el rey marroquí generó una nueva bronca política con el PP y obligó a Moncloa a dar explicaciones a los medios de comunicación. Y todo, a pesar de que la Casa Real marroquí y la Moncloa hicieron públicos sendos comunicados en los que informaban que Sánchez y Mohamed VI habían conversado por teléfono y el monarca le había invitado a una nueva visita "próximamente".

La entrevista entre ambos, en el marco de la RAN, nunca se llegó a confirmar y la Moncloa remarcó siempre que era una reunión entre gobiernos. Pero, en las conversaciones con los medios de comunicación los días previos, nunca se llegó a descartar. Como si se quisiera dejar esta posibilidad flotar. Fue esa expectativa y el historial de desencuentros que España acumula con Marruecos lo que ha encendido la chispa de una polémica, que a punto ha estado de empañar la RAN.

El propio ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se vio obligado a ofrecer aclaraciones públicamente y a revelar que la llamada telefónica estaba "pactada hace días", lo que denota, defendió, la "implicación personal" del rey en el desarrollo de la RAN.

Frente a quienes interpretan como un desplante que Mohamed VI no reciba a Sánchez en audiencia, el Gobierno contó este miércoles que conocían de antemano que estos días no se encontraba en Marruecos. Fuentes del Ejecutivo conceden además una enorme importancia a la conversación previa porque, apuntan, demuestra la voluntad del monarca de que la cumbre sea un éxito. Mucho más que un mero saludo protocolario, señalan.

El Gobierno sostiene que "nadie puede tener dudas de la extraordinaria relación entre Mohamed VI y Pedro Sánchez" y recuerda que ha sido el único presidente del Gobierno que ha mantenido una cena con él y su familia, que precedió a la firma de una declaración institucional, el pasado 7 de abril, donde se sentaron las bases de la nueva relación entre los dos países.

La presencia del rey en la RAN, destacan, "no quita ni pone" más relevancia a la cumbre, que califican como la "más importante" de todas las que se han celebrado por el número de ministros -28- y de acuerdos que se van a firmar -24-.

A todo esto se une que el propio comunicado de la Casa Real alauí otorga un peso específico a la siguiente visita de Sánchez a Rabat porque desvela que será "una oportunidad para reforzar las más todavía las relaciones bilaterales, mediante acciones concretas marcadas por la eficacia y proyectos tangibles en ámbitos estratégicos de interés común".

Mohamed VI y Sánchez ya se encontraron hace diez meses en Rabat, en la visita que consolidó el acercamiento entre Madrid y Rabat tras la crisis y el giro español sobre el Sáhara. En esa ocasión los dos compartieron el ‘iftar’, el desayuno con el que se rompe el ayuno durante el mes de Ramadán. Un gesto cargado de simbolismo que se reserva a pocos líderes internacionales. El palacio real marroquí ha controlado siempre los tiempos en la reconstrucción de los puentes con España, pero actualmente el monarca se encuentra fuera del país. Su última aparición pública fue el 20 de diciembre, cuando recibió a la selección de fútbol tras llegar a las semifinales del mundial.

Pedro Sánchez y el rey de Marruecos, Mohamed VI, reunidos el pasado mes de abril.

Pedro Sánchez y el rey de Marruecos, Mohamed VI, reunidos el pasado mes de abril. / EFE

Pero nada evitó que, poco después de conocerse que no habría audiencia con el rey, el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, escribiera en un tuit donde manifestaba que no cabe "mayor humillación" que "ceder todo ante Marruecos" como, a su juicio, ha hecho el jefe del Ejecutivo y que luego el rey Mohamed VI no te reciba en tu visita a Rabat. Por eso, se preguntó si el presidente del Gobierno es "libre" frente a Rabat cuando "tanto se deja ningunear". Su reacción provocó las primeras aclaraciones de Albares -luego hubo otras después- y muchos nervios en Moncloa por el temor de que calase la idea de que el rey marroquí había hecho un feo al presidente.

El ministro de Exteriores cargó contra el PP y le acusó de no entender ni valorar los lazos con Marruecos. "Esas son las declaraciones de un partido que no conoce lo que son las políticas de Estado y si una política es de Estado es la política exterior de España", defendió.

Lo cierto es que, pese a la estupefacción con que en España se recibió que no habría reunión entre Sánchez y el Rey y la bronca política que se generó a continuación, el foro empresarial que precedió a la RAN, que reunió a las patronales de ambos países y que clausuró Sánchez con el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, fue un éxito.

El propio Ajanunch puso en valor la conversación entre Mohamed VI y el jefe del Ejecutivo español y aseguró que el rey aspira a una "relación ejemplar con el fin de garantizar también la estabilidad y la paz" en la región y que la llamada "abre amplios horizontes ante las inversiones".

En Marruecos no se ha entendido que en España alguien se puede soliviantar porque su monarca no recibe al presidente español, ya que su relación no es de igual a igual porque Sánchez no es jefe de Estado.