Elecciones regionales

La altísima abstención en las regionales italianas consolida el poder de Meloni

La coalición de la primera ministra gana en Lombardía y Lacio, con el 30% menos de electores que en los anteriores comicios | "El primer partido italiano es hoy el de la abstención”, subraya una diputada

Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, vota en Roma en las elecciones regionales de Lacio.

Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, vota en Roma en las elecciones regionales de Lacio. / EP

Irene Savio

La derecha gana terreno en dos regiones claves en Italia. Los resultados definitivos de los comicios regionales italianos han confirmado este martes el 'tsunami' de los partidos ultraderechistas Hermanos de Italia y la Liga, junto con el centroderechista Forza Italia. Según datos oficiales, la coalición derechista ha obtenido el 54,6% en Lombardía, donde ha sido confirmado el gobernador saliente Attilio Fontana, y el 53,8% en Lacio, donde ha sido elegido Francesco Rocca, exjefe de la Cruz Roja italiana. 

El resultado electoral supone una buena noticia para la primera ministra Giorgia Meloni, pero también arroja datos muy preocupantes sobre la participación de voto en Italia. De hecho, de acuerdo con las cifras difundidas por el Ministerio de Interior italiano, apenas el 37% de los votantes en Lacio, y el 41% en Lombardía, acudieron a las urnas en los dos días de votaciones, el pasado domingo y lunes. 

En un país donde la gente acudía a votar en masa hasta hace poco, esto es un caída drástica comparada con las anteriores elecciones en 2018, cuando la media en las dos regiones fue del 70% de electores que participaron a aquellos comicios. “La gente se ha cansado, incluso la clase media, de tener que votar al mal menor”, ha escrito el activista Marco Bentivogli. “El primer partido italiano es hoy el de la abstención”, ha sintetizado Debora Serracchini, una de las líderes del derrotado Partido Democrático (PD).

La mitad de los electores

El gran abstencionismo, mayor incluso al de las últimas elecciones generales, cuando ya se había tocado un mínimo histórico (solo votó el 63%), ha afectado a grandes, medianas y pequeñas localidades casi por igual, tanto en Lombardía como en Lacio, con algunas excepciones. En la capital italiana, por ejemplo, el desplome fue particularmente pronunciado: solo votó el 33%, casi la mitad de los que lo habían hecho en los comicios de 2018. 

Aún así, el fenómeno no impidió que los partidos de derecha festejaran su victoria. “Es un día importante. Nuestro objetivo es gobernar en esta región por 10 años”, dijo Rocca, nuevo presidente regional de Lacio. “Me siento muy satisfecho. Los ciudadanos han entendido”, añadió, por su parte, Fontana, el gobernador de Lombardía. 

La propia Meloni celebró el resultado electoral. “Se trata de un resultado que consolida la unión de la derecha y refuerza el trabajo del gobierno”, afirmó la ultraderechista. En la misma tónica, Matteo Salvini, el líder de la Liga, que, sin embargo, no tocar el argumento del abstencionismo. “Una política que habla de sí misma es una política que no habla a quienes viven en las periferias”, razonó. 

Tendencias nacionales

De igual manera, el resultado electoral también confirmó tendencias nacionales, como el peso político de Forza Italia dentro de la coalición que integran la Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Meloni. Algo que le pasó desapercibido a Silvio Berlusconi, el líder de la formación.

“Forza Italia es una fuerza determinante políticamente y numéricamente”, subrayó Berlusconi, recientemente de nuevo en la mira por sus simpatías por el presidente ruso, Vladímir Putin.