PROPUESTA DEL PP

¿Penas más duras a ladrones y estafadores? El Congreso lo debatirá en pleno clima electoral

La Cámara Baja debate este martes una propuesta del PP para endurecer las penas por hurtos y estafas que el PSOE ve "oportunista y prematura" porque hace menos de un año ya se legisló en un sentido similar

¿Penas más duras a ladrones y estafadores? El Congreso lo debatirá en pleno clima electoral.

¿Penas más duras a ladrones y estafadores? El Congreso lo debatirá en pleno clima electoral.

Ángel Alonso Giménez

En el Congreso hay debates que se repiten cíclicamente. Hace un par de semanas, a instancias de EH Bildu, sus señorías discutieron sobre la recuperación de los derechos laborales anteriores a la reforma del Gobierno de Mariano Rajoy. No mucho tiempo atrás, a instancias de ERC, la Cámara analizó la fijación de una indemnización de 45 días por año trabajado. A las dos formaciones independentistas, el frente de izquierdas del Congreso junto a Unidas Podemos, les gusta poner acentos aquí. Al PSOE no tanto. Ni a Yolanda Díaz.

Otro debate cíclico, a estas alturas del partido. La salud mental. Más País logró recientemente que una proposición no de ley destinada a conceder permisos de acompañamiento a familiares de personas con conducta suicida recibiera la unanimidad, sí, la unanimidad, que es algo inusual en el Parlamento. También se ha debatido en numerosas ocasiones sobre el uso terapéutico del cannabis, y de hecho, el PNV preguntará por ello este miércoles que viene al Gobierno, en la sesión de control.

Hasta ahora se han enumerado debates que agradan a la izquierda. Pero la derecha también tiene los suyos. El de los impuestos es uno. El de la seguridad ciudadana es otro, y más ahora que ha decaído el afán del Gobierno para derogar la "ley mordaza". Éste, además, irrumpe al compás de los tambores electorales, que ya suenan en la Cámara Baja. Desde este martes hasta las elecciones municipales circularán dos meses exactos, lo que en política pasa rapidísimo. 

El PP defenderá una proposición de ley para reformar el Código Penal y endurecer las penas por delitos de hurto y estafa. Lo que pedirá el Grupo Popular, el diputado Luis Santamaría en concreto, es la admisión a trámite de la propuesta, un punto de partida. No va a dar tiempo a completar el trámite antes de las elecciones del 28 de mayo. No es lo prioritario, sin embargo, para los populares. Lo prioritario es forzar un debate y asentar un relato.

Spoiler: la mayoría progresista del Congreso rechazará la proposición de ley. Sólo la derecha saldrá en su defensa. Quizá PNV y PDeCAT se abstengan. El resto, voto en contra.

1.800 millones de euros

De nuevo el Congreso debatirá una reforma del Código Penal. A final de año, lo “tocó” la Cámara para cambiar los delitos de sedición y de malversación. Tiene en perspectiva hacer la misma maniobra para reformular las penas de la ley del “sólo sí es sí”, lo que ha puesto de acuerdo a PSOE y a PP aunque no reconozcan que lo están. Los populares, este martes, plantearán una intentona similar.

Resumidamente, el grupo de Cuca Gamarra propone cambiar el artículo 235.1 para establecer que el hurto sea castigado con la pena de prisión de uno a tres años. Asimismo, aboga por reajustar el 250.1 para que la estafa se castigue con entre uno y seis años de prisión y multa de seis a doce meses. Esto, en resumen.

A partir de ahora, los porqués. El PP argumenta que las recientes reformas penales no han conseguido el efecto disuasorio deseado. Es fácil cometer hurto, viene a señalar el Grupo Popular en la exposición de motivos, porque ni conlleva violencia o intimidación sobre las personas, ni fuerza sobre las cosas. La sensación de inseguridad resulta obvia en comercios, transporte público o zonas de alta afluencia turística, apunta el PP. Dice que, según datos del sector comercial, las pérdidas al año por hurtos llegan a los 1.800 millones de euros.

Aunque la reforma del Código Penal de 2015 (gobernaba Mariano Rajoy por entonces) especificó que sería agravante la multirreincidencia, de manera que si el responsable ya estuviera condenado tres o más veces por hurtos, podría caerle una pena de entre uno y tres años de cárcel, el Tribunal Supremo se posicionó en contra por la imposibilidad de computar los antecedentes penales por delito leve. Eso exigía otro retoque en el Código Penal. También se pronunció en contra de “la desproporción punitiva”.

Esto lo dijo el Supremo en 2017. Dos años más tarde expresó un criterio similar sobre la estafa. Agravar por multirreincidencia de delitos leves, como impagos en gasolineras, restaurantes o hoteles, exige cambiar el Código Penal.

No es electoralista

Cuenta el PP que una reforma del Código Penal en el sentido por el que aboga el alto tribunal es algo que están defendiendo municipios catalanes, Barcelona sobre todo. Luis Santamaría, en conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, destaca que la iniciativa la registra y la promueve porque varios sectores llevan tiempo pidiéndolo: asociaciones de comerciantes, entidades agrarias… Añade el diputado que uno de los motivos fueron las denuncias “contra robos en el campo”.

A su juicio, no han funcionado ni la reforma del Código Penal de hace ocho años ni la que llevó a cabo el Congreso hace ocho meses, a instancias del PDeCAT. Entonces, la Cámara aprobó la trasposición de una directiva europea para combatir la financiación de actividades terroristas. La formación catalana negoció con el PSOE la inclusión de una enmienda para endurecer los castigos por hurtos con multirreincidencia: si se encadenaban varios por cuantía inferior a los 400 euros, se aplicaría una pena de 6 a 18 meses de prisión; si se encadenaban varios por el mismo tipo de delitos, subiría la horquilla a entre 1 y 3 años.

Santamaría asegura que “no ha sido eficaz” esta reforma, y se remite a los últimos datos de criminalidad del Ministerio de Interior. La comisión de hurtos aumentó más de un 30% en 2022, en comparación con el ejercicio anterior. Insiste el diputado del PP, por otro lado, en que sigue siendo muy difícil “cuantificar lo sustraído” y que la proporcionalidad brilla por su ausencia. Por tanto, razones para impulsar la proposición hay de sobra.

¿Incurre en electoralismo? El diputado valenciano lo niega. Y hace el siguiente razonamiento: “Después de lo grueso del debate político, y me estoy refiriendo a la moción de censura de Ramón Tamames, pretendemos encaminar el debate parlamentario con cuestiones que afectan al día a día de los ciudadanos. ¿Es electoralismo atender las demandas de asociaciones de comercio, entidades agrarias o de turismo? Este tipo de delitos ha crecido una barbaridad”.

Concluye que al PP no le guían intereses ideológicos y recalca que su intervención de este martes se ceñirá a cuestiones meramente técnicas. “Esperemos que voten a favor de la tramitación porque si hace ocho meses hubo consenso con la enmienda del PDeCAT y del PSOE, creemos que debería haberlo ahora”, indica.

El PSOE, radicalmente en contra

El pleno del Congreso deberá expresar su parecer este martes. No ayudan al Grupo Popular los desenlaces de iniciativas similares cursadas por la derecha. Bueno, en rigor, no ayuda el precedente más directo. Vox planteó la admisión a trámite de una proposición parecida, aunque con horquillas de penas más elevadas. El pleno dijo “no”. Y Cs lo intentó en la legislatura anterior, la XIII, pero fue tan corta por la repetición de las elecciones que no le dio a tiempo a llevarla al hemiciclo. 

Al Gobierno no le gusta la propuesta del PP, y tampoco a fuerzas aliadas. ERC y EH Bildu, no obstante, se reservan el voto, igual que el PDeCAT. El PNV, no obstante, descarta el “no” porque, si bien reniega del postulado para los hurtos, ve un campo para la coincidencia en lo que se refiere a las estafas.

Ahora bien, el PSOE, formación mayoritaria, clave en el desenlace, lo tiene clarísimo. En contra, sin ambages. "El PP ha traído sorpresivamente una proposición de ley de un tema del que se legisló apenas hace un año y al que se llegó a un amplio acuerdo", subrayan fuentes socialistas, que niegan las carencias o problemas de eficacia que encuentra Luis Santamaría. La pretensión de los populares, en consecuencia, es "oportunista y prematura", y adolece de "populismo punitivo".