Fuerzas Armadas e Igualdad

Último recuento de mujeres en los ejércitos: 15.698, un punto más que la media OTAN

Último recuento de mujeres en los ejércitos: 15.698, un punto más que la media OTAN.

Último recuento de mujeres en los ejércitos: 15.698, un punto más que la media OTAN. / DAVID CASTRO

Juan José Fernández

En este mismo mes de abril en que Defensa ha decidido eliminar el requisito de talla mínima para entrar en los ejércitos (1,50 ellas y 1,60 ellos), el número de mujeres alistadas ha llegado a 15.698. 

Es el guarismo de representación femenina en el año del 35 aniversario de la entrada de la mujer en las Fuerzas ArmadasEn 1988 fueron 26 las pioneras. Aquel exiguo contingente se ha multiplicado por 600, y su porcentaje (13%) es un punto superior a la media de la OTAN, pero el número sigue estabilizado en un rellano, sin crecimiento significativo desde 2006, como en otros países de la Alianza Atlántica. Quizá la eliminación de la talla mínima anime algo la recluta femenina para una institución que se hace cada vez más receptiva para las mujeres soldado.

Dos de aquellas pioneras de 1988 son generales en 2023, y la primera en ingresar en la Armada, poco después, es hoy capitán de Navío. Militan las tres en unos ejércitos que tienen 1.688 oficiales femeninas y despliegan mujeres en misiones exteriores y unidades de especial operatividad, cazas, submarinos, una en un carro Leopard... Supervisan la Igualdad en las Fuerzas Armadas una División ministerial, una Secretaría Permanente, un Observatorio y unidades de protección antiacoso en los tres ejércitos.

Coronel María Rosario Herrera Abián, jefa de la División de Igualdad de Defensa.

Coronel María Rosario Herrera Abián, jefa de la División de Igualdad de Defensa. / JOSÉ LUIS ROCA

"No hay mayor desigualdad que tratar igual a los diferentes y diferente a los iguales". La coronel del Cuerpo Jurídico Militar Rosario Herrera Abián repite en su despacho de Madrid la frase de Aristóteles para definir la política de esa red de departamentos militares.

Ella está al frente. Desde marzo de 2021 dirige la División de Igualdad y Apoyo Social al Personal (DIASP) del Ministerio de Defensa, apoyándose en la comandante de Intendencia de la Armada Eva Carballo, catalana de Terrassa que dirige la Secretaría Permanente. 

Otras dos frases que Herrera ha soltado a este diario explican algo más. Una es de teoría jurídica: "Queremos convertir la igualdad formal en igualdad material". La otra tiene que ver con el complicado tetris de la corresponsabilidad familiar en una institución que exige, en última instancia, barcos plenamente alistados y pelotones desplegados por el mundo: "Las necesidades del servicio no pueden ser freno a la conciliación".

Igualdad material

Cuando Rosario Herrera se apuntó a filas, en el año 92, "todo era una aventura -cuenta-. Los militares de entonces no sabían cómo tratarnos a las mujeres. Al chico lo ponían firme con cuatro voces; a nosotras… todo con más ‘por favor’".

Sólo llevaba cuatro años entreabierta la puerta del Ejército a las mujeres, únicamente para cuerpos como Sanidad, Música o el Jurídico. Empezaba a admitirse que el sexo femenino puede estar presente en el campo de batalla, pero aún deberían de transcurrir siete años para el fin de la exclusión de la mujer en puestos operativos. En 1999 entró la primera legionaria.

El lento girar del escalafón va dando frutos: tras las generales Patricia Ortega (ingeniera en el Instituto Nacional de Técnica Aerospacial) y Begoña Aramendía (jefa de la asesoría Jurídica del Ejército), empuja un escalón de 51 coroneles -y la primera capitan de Navío, Esther Yáñez- y otro de 255 capitanes de Fragata y tenientes coroneles.

Porque esto sigue siendo un proceso histórico, las cifras de la incorporación femenina se hacen más grandes según se ensancha hacia la base la pirámide militar: del mínimo 0,9% de generales mujeres al 4,9 de coroneles, y de ahí al 8,5% de tenientes coroneles.

El despacho de Defensa donde se cuentan estas estadísticas está a escasos diez kilómetros del cuartel en el que una teniente coronel, Dácil Casenave, manda el Estado Mayor del Regimiento de Artillería Antiaérea que protege con sus misiles la ciudad de Madrid. 

Ese despacho de Defensa no solo suma estadísticas, también informa todos los pleitos y controversias internas por motivos de género, la mayoría de ellos relacionados con ingresos, obtención de destinos o ascensos en una empresa de mas de 120.000 empleados.

Y vigila cosas simples, como cuidar el lenguaje. En la jerga militar, por cierto, no se aplican el femenino para los empleos; no se dice generala, ni coronela, ni capitana. El lenguaje inclusivo va por otro lado.

Habla la jefa de Igualdad de Defensa en medio de una agitada actividad en su departamento, de organización de clases online, jornadas de formación y conferencias. "Somos líderes en adiestramiento de género en la UE", asegura Herrera. Eso implica la presencia destacada de militares españoles en el Comité de Perspectiva de Género de la OTAN y una similar comisión en la OSCE, así como la elaboración del primer Curso de Asesoría de Género para Naciones Unidas. 

Marineras del Cuartel General de la Armada, en una rendición de honores al ministro de Defensa, el pasado 12 de abril.

Marineras del Cuartel General de la Armada, en una rendición de honores al ministro de Defensa, el pasado 12 de abril. / JOSÉ LUIS ROCA

Para hacer efectiva la igualdad que la ley impone a todos los departamentos del Estado, la DIASP está atenta a la incorporación a las normas militares de aquellas que se van aprobando fuera de los cuarteles. Y llegará un momento complejo el día que les moje la Ley Trans. "Estamos atentos, viéndola venir. Se aplicará la norma con respeto a todos los derechos. El militar tendrá el derecho al cambio de sexo como en los demás ámbitos", asegura Herrera. Pero a nadie se le oculta la extraordinaria tensión que ese estreno provocará, que Herrera resume cuidando el eufemismo: "Se avecina una etapa fascinante".

Entre los hijos y las armas

Un total de 3.536 militares disfrutaron de permisos o variaciones de jornada por razones de conciliación en 2022. Y se tramita una media mensual de 10.500 peticiones, de las que el 71,1% son formuladas por hombres. Pese a que el porcentaje se explica en que ellos son más en las Fuerzas Armadas, el 87%, el absentismo por razones familiares de la mujer es proporcionalmente inferior al de los militares varones. 

Hasta mayo celebra Defensa unas Jornadas de Conciliación en las Fuerzas Armadas destinadas a jefes de personal de los ejércitos. Hay 600 apuntados.

Y la cifra no debiera sorprender: al fin y al cabo, hay un amplio paquete de horarios flexibles por niños que llevar al colegio, reducciones de jornada, permisos de lactancia o por nacimiento, elecciones prioritarias de destino y vetos a la comisión forzosa simultánea para las parejas de militares…

Mucho que aplicar en la vida diaria de los regimientos. Desde 2019, el Observatorio Militar de Igualdad ha tenido que atender 4.484 consultas.

Por un catálogo tan grande de medidas se han interesado los ejércitos de Italia, Portugal, Eslovaquia, Montenegro, Chipre, Argentina, Colombia, México, Perú, Uruguay, Brasil y Chile.