Elecciones

El Gobierno explota la figura de Calviño para atraer el voto moderado

Es una de las ministras con mayor entrada en el electorado del PP y la "identificación de la buena marcha de la economía"

La vicepresidenta de Economía, Nadia Calviño.

La vicepresidenta de Economía, Nadia Calviño. / José Luis Roca

Marisol Hernández

Pedro Sánchez impulsó la última fase de la legislatura en el debate del estado de la nación de julio, en el que estrenó un discurso netamente de izquierdas, que sirvió también para poner mercromina en las heridas del PSOE, muy dolorido aún por la mayoría absoluta del PP en Andalucía. Ahí anunció el impuestos a los beneficios extraordinarios de las energéticas y los bancos y comenzó a lanzar el mensaje de que tomaría medidas en favor de la clase media y trabajadora, aunque eso supusiera "incomodar a los poderosos".

El presidente continúa a lomos de ese relato y con él se enfrenta las elecciones autonómicas y municipales y las generales de final de año para tratar de retener y cautivar al votante progresista. Sin concesiones a otros espacios más moderados, salvo una, que representa la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. Ella es el guiño al centro del Gobierno, la imagen en la que los socialistas se proyectan para vender su gestión económica, retener a los electores cansados y confundidos por el constante ruido de la coalición con Unidas Podemos y que estén tentados de abstenerse o de caer en los brazos de Alberto Núñez Feijóo.

Por estas razones Calviño es casi una ministra fija en las comparecencias semanales en Moncloa. Para, al margen de su propia actividad, afianzar su fotografía como símbolo del Ejecutivo y de su solvencia. Ella y también el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá. Ha sido una decisión de la Secretaría de Estado de Comunicación facilitar que comparezcan en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, siempre que exista una mínima oportunidad. Aunque ello haya supuesto, como ha sucedido, un conflicto con Podemos.

En medio de la refriega interna por la reforma de la ley del 'sí es sí', las ministras Irene Montero e Ione Belarra, fueron exiliadas de las comparecencias en Moncloa. En la formación morada se atribuyó a un intento del PSOE de "invisibilizar" a Podemos pero, realmente no se produjo por la tensión de esta disputa sino por lo que quiere la Moncloa es trasmitir el balance económico socialista, a través de Calviño y también de Escrivá, de cara a las citas electorales.

Fuentes del Gobierno constatan que "la vicepresidenta es la identificación de la buena marcha de la economía" y el modo de probar, destaca otra persona del Ejecutivo , que "gestionamos mejor que el PP". Los datos, señalan, "aún intentando ser prudentes, no dan la razón".

Además, frente a otros ministros, Calviño tiene un alto grado de conocimiento entre la opinión pública y una buena valoración incluso en los votantes del PP. Según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) la conoce el 78,3% de los españoles. Y, en una puntuación de entre 1 (muy mal) y 10 (muy bien), es uno de los pocos miembros del Gobierno a la que un 18% de personas que en 2019 apoyaron al PP le pone un 5 , y un 11% un 6. Sólo la supera la ministra con mayor entrada en el electorado conservador, que es Margarita Robles.

¿Cierre de campaña en Madrid?

Hace tan solo unos meses, con la eliminación de la sedición, la reforma de la malversación, el constante goteo de rebajas de penas (han llegado ya al millar) a delincuentes sexuales y la elevada inflación existía mucho temor en los territorios a que la gestión del Gobierno lastrara a los barones socialistas. Pero aunque eran varios los temas conflictivos la mayor preocupación siempre ha sido la situación económica, el asunto que en el PSOE creen más determinante en el voto y que en estos momentos presenta un panorama alentador.

La implicación de Calviño en los actos de partido es cada vez mayor. También de Escrivá. El ministro, no sólo por su presencia en convocatorias del PSOE de carácter sectorial sino porque sus tuits, los de carácter explicativo y los que escribe para contestar a la oposición, a Juan Bravo y a Daniel Lacalle, son, señalan fuentes del Ejecutivo, "muy apreciados entre los cuadros y los militantes del PSOE para defender el trabajo del Gobierno y responder a las críticas del PP". "Les da material bueno, basado en datos, no en opiniones ideológicas", explican.

La vicepresidenta está más volcada en la campaña y en todos sus desplazamientos por España tiene actos para apoyar a los candidatos a las alcaldías y a los presidentes autonómico. Este viernes estaba en Extremadura y la semana que viene se desplazará a Galicia, la Comunidad Valenciana y Baleares. Además, su nombre se está barajando para cerrar la campaña en Madrid junto a la candidata al Ayuntamiento, Reyes Maroto. "Ella tiene un buen perfil, de mucha credibilidad en su área", destacan fuentes del partido. "De buena gestora, como Reyes", añaden. Un guiño más al voto moderado, en este caso, de los madrileños.