EL AGUJERO PARA LLEGAR A MONCLOA

Feijoó convierte Cataluña en “territorio prioritario” tras asegurarse Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana

Sigue siendo el agujero más importante para el PP y el adelanto electoral complica su plan de recuperarse en esa comunidad | Feijóo sabe que para llegar a Moncloa con holgura necesita crecer en Cataluña | Para él no es solo una cuestión de números, sino de legitimidad política

Alberto Núñez Feijóo durante su visita a Barcelona, al Cercle d’Economia.

Alberto Núñez Feijóo durante su visita a Barcelona, al Cercle d’Economia. / Andreu Dalmau

Paloma Esteban

Cataluña sigue siendo la gran asignatura pendiente para el PP. El adelanto electoral al 23 de julio ha puesto contra las cuerdas el plan que Génova tenía diseñado para ganar peso en una comunidad que repartirá 48 escaños en las próximas generales. Alberto Núñez Feijóo se fijó como objetivo al llegar a la presidencia del PP recuperar el peso perdido durante los últimos años, o al menos parte de él. Entre otras cosas, porque estaba convencido de que sin eso no podría llegar a la Moncloa.

La ola de apoyo recibido el 28 de mayo en las autonómicas y municipales y la escabechina sufrida por el PSOE dan alas a los populares para pensar que pueden avanzar en el próximo mes y medio. Pero algunas fuentes reconocen que contaban “con más tiempo” para poder ponerse en marcha. La realidad es que en el último año el PP no ha conseguido avanzar lo que habría querido en Cataluña y todavía encuentran muchas reticencias para recuperar apoyos.

En los últimos meses dirigentes y equipos electorales en Génova se repetían la misma pregunta una y otra vez: dónde están los votantes de centro derecha de Cataluña y por qué, a pesar del hundimiento de Ciudadanos, no vuelven a las siglas populares. Las encuestas internas vaticinaban un resultado muy justo este 28M. Mejoraron con respecto a 2019, cuando el PP no pudo estar peor. El pasado domingo, los populares lograron el 8,2% del voto, el doble que hace cuatro años, pasando de 66 a 196 concejales. La victoria más sonora fue la de Xavier García Albiol con una mayoría absoluta en Badalona. Manu Reyes, candidato en Castelldefels, se quedó a uno de conseguirlo. No hay más plazas reseñables.

Los datos están a años luz de lo que consiguió el PSC, imponiéndose como primera fuerza municipal con el 23% de los votos, más de 1.400 concejales por toda la comunidad. 

Y por eso, según confirman en el entorno de Feijóo, Cataluña pasará a ser “objetivo prioritario” en la precampaña y campaña de las generales. El líder del PP hará distintas visitas y pondrá especial empeño en los electores de esa comunidad. Este miércoles, en el primer viaje tras el 28M, visitó el Cercle d’Economia por segunda vez al frente de su partido. Las cosas salieron bien. El foro, por motivos evidentes, era puramente económico. Y Feijóo sacó la artillería pesada con su política fiscal y la obsesión de enderezar la deuda pública.

Lo que perseguía, como ya ha hecho en anteriores ocasiones pero ahora con los galones que una victoria como la del domingo le ha dado, fue proyectar una imagen de presidenciable. Y de dirigente amable con Cataluña, emulando en todo momento al fallecido Josep Piqué, amigo personal del líder del PP y, sobre todo, uno de sus referentes políticos. Feijóo quiere lanzar ese mismo perfil si llega a Moncloa: la defensa del catalanismo convencido, que no entra en disputa con lo español, y que quiere pasar página del marco impuesto por el ‘procés’.

En Génova no esconden que su discurso en Cataluña será fundamentalmente económico y de gestión a pesar de las críticas que a menudo recibe sobre si el PP tiene o no un plan para Cataluña. “El plan es el que es. Que Cataluña vuelva a ser la región que siempre fue”, dicen con insistencia en su equipo. Tampoco esconden que el discurso de la identidad en cuestiones clave como la lengua es un “debate ganador” para Feijóo, que ha gobernado una comunidad con dos lenguas casi catorce años. En su intervención no dudó en sacar pecho de ello: “Comprendo lo que es tener una lengua materna y habitual. Yo en Galicia nunca me he expresado en castellano en público”, afirmó.

Compensar el agujero de Cataluña

Mejorar los resultados en esta comunidad en las próximas generales es absolutamente necesario para el PP. Sobre todo, porque como reconocen altos cargos, en este momento la Comunidad de Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana “están aseguradas”. Son tres de las regiones más pobladas de España y con esa presencia tan rotunda (en las dos primeras el PP tiene mayoría absoluta y, en la segunda, el subidón es una evidencia después del domingo) se puede “compensar” el agujero catalán, explican.

Pero para Feijóo subir en votos y escaños en Cataluña es absolutamente prioritario. Por una cuestión de aritmética (los cálculos en Génova para estar tranquilos pasan necesariamente por crecer) y por una cuestión de legitimidad: el líder del PP quiere tener apoyo en una comunidad que considera crucial y sin la que no se vería igual de respaldado. Los populares sólo tienen dos diputados por Barcelona en la actualidad. El PSOE, doce. La número uno actual fue Cayetana Álvarez de Toledo, cuyo futuro es una incógnita pero que en el actual PP siguen viendo dentro del proyecto.

Sin Ciudadanos y con Feijóo

El hecho de que Ciudadanos haya renunciado a presentarse a las generales (su comité nacional lo decidió tras debatirlo por la nueva debacle sufrida) ha sido recibido en el PP como agua de mayo. En las pasadas autonómicas y municipales vieron cómo en muchos ayuntamientos, diputaciones y comunidades el 1% o 1,5% que los naranjas aguantaron evitaron victorias más rotundas, e incluso provocaron fracasos frente a la izquierda.

Feijóo ya hizo un llamamiento a la “reflexión” que los naranjas terminaron aceptando. Y en Cataluña, el PP cree que podrán rascar parte del votante. Ciudadanos nació en esa comunidad como una alternativa más al PSC. En el resto de España, en cambio, se consolidó como rival del PP. Sin embargo, los conservadores creen que la inexistencia de papeleta naranja les puede acabar beneficiando porque muchos electores decidan sumarse al discurso de Feijóo.

De hecho, en Génova repiten que “Feijóo no es cualquier candidato en Cataluña” y sin mencionarle, la comparación parece evidente con Pablo Casado, que mantuvo un discurso mucho más beligerante en esa comunidad. “No genera rechazo y habla de cosas que muchos catalanes están deseando escuchar después de años de procés”, zanjan.