Elecciones 23J

Sánchez recoloca a Calvo por Granada y pone a Ribera como número dos en la lista de Madrid

Margarita Robles volverá a presentarse por esta la capital y será la 'cuatro', en lugar de encabezar la candidatura por Ávila como hace cuatro años. Calvo había pedido ir por Madrid pero ha tenido que aceptar esta ciudad andaluza

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. / EP

Marisol Hernández / Juan Ruiz Sierra

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, será la número dos de Pedro Sánchez en la candidatura por Madrid para las elecciones generales del 23J, un lugar que hace cuatro años ocupó Carmen Calvo y que ahora quería revalidar, a pesar de no formar parte ya del Gobierno. Al final Calvo irá por Granada. Según ha adelantado la Ser y ha confirmado este diario, Ribera ha sido ahora la escogida para acompañar al presidente del Gobierno en una lista 'cremallera', en la que el cuarto puesto corresponderá a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que regresa a la circunscripción de la capital tras encabezar la candidatura de Ávila en los últimos comicios.

Salvo que el presidente del Gobierno se guardara alguna sorpresa de última hora, algo que en las últimas horas no se descartaba, en el partido daban por supuesto que Ribera sería en esta ocasión la número dos ya que la ministra ha ido ganando paulatinamente peso en el Ejecutivo y se ha labrado una reputación en Bruselas como defensora de la política 'verde'. La lucha contra el cambio climático es una de las banderas de Sánchez, que ha mostrado siempre una confianza sin reservas en Ribera, incluso en los enfrentamientos internos que ella ha tenido con otros ministros o con los presidentes autonómicos.

Pero todavía lo es más ante unas elecciones que el propio presidente plantea como un plebiscito a su gestión, después de los malos resultados obtenidos el 28M, y en las que advierte de la posibilidad de un Gobierno del PP con Vox, un partido abonado a las tesis negacionistas.

A excepción de la vicepresidenta Nadia Calviño, que ha rehusado formar parte de las listas, Sánchez tiene que encajar al resto de ministros en las candidaturas. La vuelta de Robles a Madrid en el cuarto puesto -llegó a ir de dos como Calvo en anteriores citas- contiene también un mensaje, ya que es la ministra con mejor valoración entre el votante moderado, aquel que hace cuatro años votó al PSOE y ahora se está marchando al PP. Los socialistas tienen en Madrid uno de los sus mayores agujeros. El partido aguantó la hecatombe del 28M en toda España menos en esta comunidad, en la que perdió 700.000 votos de los 800.000 que los populares le han sacado de diferencia.

Ministros, barones y derrotados

Las candidaturas serán aprobadas este jueves por los comités provinciales y las ejecutivas autonómicas, el viernes por la comisión federal de listas y el sábado por el comité federal, el máximo órgano del PSOE. Una reunión que, en teoría, debería servir de reflexión sobre lo que sucedió en las elecciones autonómicas y municipales, en las que se han perdido los gobiernos de la Comunidad Valenciana, Baleares, Aragón, Extremadura, Canarias y La Rioja.

Precisamente el destino de los barones es uno de los condicionantes de estas listas. Ya se ha hecho público que la ex presidenta balear, Francina Armengol, será cabeza de cartel por su circunscripción, y que, previsiblemente, Concha Andreu encabezará La Rioja. También que Oscar Puente, que no ha podido revalidar la Alcaldía de Valladolid, irá de número uno de la provincia.

El resto de barones se quedan en sus territorios aunque es muy posible que Javier Lambán acabe en la Cámara Alta como senador autonómico. En Aragón se ha producido uno de los pocos conflictos que arrojan estas candidaturas. Lambán, que junto a Emiliano García-Page ha sido uno de los barones más críticos con Sánchez, se resiste a meter a la ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría, en el primer puesto por Zaragoza, como quiere la dirección nacional. Alegría, que hace cuatro años ya tuvo que ser impuesta por Ferraz como candidata a la Alcaldía, es ahora una persona cercana al presidente del Gobierno y, probablemente, opte a la sucesión de Lambán en el próximo congreso regional.

Respecto al resto de ministros, la responsable de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, liderará la lista por Sevilla, con el vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, en el segundo puesto. Y Fernando Grande-Marlaska (Interior), que se declara "a disposición del presidente", podría volver a encabezar Cádiz.

Tensión por el encaje de Carmen Calvo

La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, será la número uno por Valencia, donde de dos irá el ex responsable de Transportes y ex secretario de Organización, José Luis Ábalos. Como a él, las candidaturas socialistas también guardarán un espacio para Carmen Calvo. La exvicepresidenta primera, al igual que Ábalos, dejó el Gobierno en la remodelación que Sánchez llevó a cabo en el verano de 2021, y desde entonces los dos dirigentes han optado por el silencio, sin criticar al jefe del Ejecutivo ni comentar en público los motivos de sus respectivas salidas. El presidente quiere recompensarlos. Pero el lugar de Calvo puede provocar más tensiones. “Me gustaría ser parte del futuro”, señaló hace unos días.

En 2019 fue la número dos en las listas por Madrid, el puesto que ahora ocupará Ribera. En principio, indican fuentes socialistas, la exvicepresidenta, que ha rechazado cambiar el Congreso por el Senado, ocupará el segundo lugar en las candidaturas de Córdoba, de donde es natural, unas planchas que estarán encabezadas por el ministro de Agricultura, Luis Planas. Pero no resulta sencillo. Hace cuatro años ocupó el puesto que ahora parece destinado a Calvo la secretaria provincial, Rafi Crespín, y ni ella ni su agrupación quieren dar la batalla por perdida. Este asunto podría llegar vivo hasta la reunión de la comisión de listas, si no se alcanza antes un acuerdo.