Congreso PSOE

Sánchez opta por la prudencia y elude ratificar a Espadas: "Andalucía volverá a ser socialista"

El secretario general del PSOE opta por no intervenir en la guerra interna que desde este lunes se librará en Andalucía ante las próximas primarias y evita ratificar al líder andaluz como candidato

El presidente del Gobierno y secretario general, Pedro Sánchez , con Juan Espadas.

El presidente del Gobierno y secretario general, Pedro Sánchez , con Juan Espadas. / EP

Isabel Morillo

Sevilla

"Gracias Juan por la hospitalidad de Andalucía cada vez que tenemos ocasión de venir a disfrutar de esta extraordinaria tierra que volverá a ser socialista". Así arrancó Pedro Sánchez la clausura del 41 Congreso Federal del PSOE. Los socialistas andaluces llegaron a Sevilla esperando un gesto, una señal, un mensaje de Sánchez sobre el futuro de Juan Espadas. Tras meses de ruido interno, con los críticos agrupándose y organizándose para pactar un candidato con el que dar la batalla al secretario general en las primarias andaluzas, Ferraz tenía en su mano inclinar la balanza y dejar claro si estaba o no por la continuidad de Espadas. Sánchez optó por la prudencia.

"En las primarias decide la militancia", se limitaron a apostillar desde la dirección federal. Son muchos los incendios que ya tiene el partido en varios territorios, remarcaron. Lo cierto es que el PSOE ya busca una nueva mayoría que dé salida al conflicto interno y no se sabe si esa persona de consenso para encarar el futuro será Espadas o habrá otro candidato en las andaluzas de 2026.

A Sevilla llegó el PSOE andaluz y con el acuerdo tácito de no estallar internamente mientras ejercía de anfitrión del congreso federal del partido. Espadas anunció intencionadamente el viernes a primera hora que este lunes iba a convocar el cónclave regional. Es en la cita orgánica andaluza, coincidieron todos, cuando había que empezar a destapar las cartas y abrir la batalla regional.

Estallido interno

Ha sido muy difícil contener el incendio en las filas andaluzas. Con todos los focos apuntando a la federación andaluza, la más numerosa y durante años corazón electoral del PSOE, era complicado que no se viera la fractura interna. Los críticos no han ahorrado en gestos. Querían hacer ruido para que a la dirección federal le quedara claro que la militancia andaluza, según ellos, quiere un relevo de Espadas. Desde Susana Díaz a Luis Ángel Hierro, en declaraciones públicas, o el secretario general del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, han escenificado la necesidad de una renovación en Andalucía. En la antesala del congreso también la secretaria general del PSOE de Córdoba, Rafi Crespín, evitó dar la cara por Espadas. Todo esto casi se daba por descontado pero el runrun contra Espadas era banda sonora de fondo en los pasillos del congreso de Sevilla.

Lo que no estaba el guion es que el PSOE de Jaén y el de Sevilla salieran de la mano y evitaran respaldar a Espadas el sábado. Un silencio que extendió las llamas. El secretario general del PSOE de Sevilla, Javier Fernández, despejó la duda el domingo a primera hora, antes de que Sánchez tomara la palabra: “Espadas cuenta con todo mi apoyo”.

Presencia en la ejecutiva

La ejecutiva federal aprobada esta madrugada cuenta con siete nombres andaluces, uno más que la anterior. Un gesto que refrenda el peso de Espadas en Ferraz, según subrayan fuentes de su equipo. Se confirman en el puente de mando María Jesús Montero, fuera de toda duda y afianzada en su responsabilidad como vicesecretaria general, Paco Salazar, Juanfran Serrano, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Ana Romero, que según ha podido saber este periódico estuvo hasta el último momento en duda y el equipo de la secretaria general del PSOE de Córdoba, Rafi Crespín, peleó duramente para que estuviera en este órgano. La malagueña Maria Nieves Ramírez, de Málaga, sale de la ejecutiva. Se incorporan Jorge Gallardo, alcalde de Cártama (Málaga), afín al secretario general de los malagueños, Dani Pérez, y uno de los primeros sanchistas en la provincia, y Anabel Mateos, del PSOE de Almería, muy vinculada a Madrid y al entorno de Sánchez, es la pareja de Antonio Hernando. El equipo de Espadas maniobró durante horas para que los críticos no tuvieran presencia en la ejecutiva federal, confirmaron fuentes de la negociación.

La lealtad de Espadas hacia Pedro Sánchez es incuestionable. El exalcalde de Sevilla asumió lanzarse a unas primarias contra Susana Díaz en 2021 y dejar la alcaldía, que gobernaba con una cómoda mayoría. Desde entonces, ha afrontado asuntos difíciles como los indultos y la amnistía a los líderes del procés en Cataluña o la financiación singular pactada con ERC, con coste electoral en Andalucía, sin salirse del guion marcado por Ferraz y cerrando filas con Sánchez. También en otros momentos difíciles como el cerco judicial a la mujer del presidente, Begoña Gómez, Espadas se puso por delante.

El secretario general de los andaluces es portavoz en el Senado. Ahora, incluso quienes creen que sería mejor dar la batalla al PP de Juan Manuel Moreno con otro candidato, dejan claro que a Espadas hay que darle una salida digna y justa con su trayectoria de los últimos años. Él, hasta ahora, en ningún momento, ha dejado entrever que vaya a retirarse. Todo lo contrario. Su apuesta es seguir y repetir en 2026.

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