Asturias

Cascos, entre conatos de llanto, en el juicio que quedó visto para sentencia: "He sufrido una campaña de alquitrán mediático"

Fiscalía y Foro mantienen tres años y medio de cárcel para el expresidente, mientras la defensa niega que se pueda comparar con Villa y habla de acusación "ruin"

Francisco Álvarez Cascos.

Francisco Álvarez Cascos.

Luis Ángel Vega

El juicio contra Francisco Álvarez-Cascos quedó ayer visto para sentencia después de que tanto el fiscal como la acusación particular, que ejerce Foro Asturias, mantuviesen para el sexto presidente asturiano una petición de tres años y medio de prisión por un delito continuado de apropiación indebida. La defensa del exministro pidió la libre absolución, tras calificar de "ruin" la acusación, que según dijo, no tiene que ver con el caso de José Ángel Fernández Villa, condenado por esquilmar al SOMA. Guardándose las espaldas para el caso de una condena, pidió subsidiariamente una atenuante por dilaciones indebidas e incluso una cuasi-prescripción.

Entre conatos de llanto, Cascos tomó la última palabra: "He sufrido una campaña de alquitrán mediático que me ha invalidado civil y políticamente, y lo hemos soportado mi familia y yo". Fueron varios los momentos en los que se le quebró la voz. Detrás, alguno de sus hijos también lloraba. Como otros acusados que quieren exprimir la última palabra, Cascos lanzó un parlamento de doce minutos y tuvo que ser reconvenido por el presidente del tribunal por excederse. Su alegato sonó a testamento político. Restó importancia a las facturas que pasó al partido, con la excusa de que todos los políticos lo hacen. Según dijo, con los mismos criterios que le han llevado ante el juez, "todos los senadores y diputados desde 1977, todos sin excepción, podrían ser acusados y sentados en el banquillo".

Cascos dijo tener la satisfacción de que todas las fiscalizaciones del Tribunal de Cuentas "han sido superadas sin salvedades". Entre citas a Machado y los Proverbios, indicó que su verdad la sostienen "las 113 actas que se han aportado a este proceso", que fueron aprobadas por los órganos de dirección del partido. "Por eso me parece pasmoso que algunos digan ahora lo contrario", resaltó.

"Sin ánimo de lucro"

Para terminar, defendió su legado. "He hecho de Foro un partido normal, porque cumple las normas. Sin quererlo, las acusaciones han puesto de manifiesto que en Foro no hay ánimo de lucro", añadió. Terminó emocionándose de nuevo. "Me he dedicado a la política sin ánimo de enriquecimiento. No hay un solo gasto suntuario fuera de lugar. Me voy con la conciencia muy tranquila. He cumplido con la palabra dada a los gijoneses, a los asturianos y a los españoles", aseguró. Sus últimas palabras fueron saludadas con un aplauso que el presidente del tribunal, Javier Domínguez Begega, cortó por lo sano: "Señores, no estamos en ningún teatro".

El fiscal Enrique Valdés-Solís se mostró inmisericorde, y mantuvo su petición de cárcel por la apropiación de 181.648,92 euros. Cascos buscaba "lucrarse, descapitalizando a Foro", un partido "con un claro presidencialismo", expresado incluso en la vista oral "con testigos muy leales que han tratado de justificar lo injustificable". En Foro, se aplicaba, el "LQDC", o sea, "lo que diga Cascos: mandaba y vaya si mandaba". El fiscal fue duro con unos testigos "sin credibilidad, cuyas declaraciones artificiosas, automáticas, utilizaron las mismas expresiones".

Se mostró irónico con el "fehaciente y férreo control" de Pelayo Roces sobre los gastos de Cascos, autorizados "mientras no fuesen cocaína, puticlubes y mariscadas". "Pero es que la declaración de Roces no justifica lo injustificable", dijo. En cuanto a Pedro Leal, pidió al tribunal que valorase si cabe deducirle testimonio "por faltar a la verdad". Puso varios ejemplos. Leal se jactó haber corregido el contrato de la sede de Foro en Madrid, y también de saber que unos zapatos Callahan que Cascos cargó al partido eran para su chófer Parrondo. Repasó los gastos personales, hasta desembocar en el "alquiler ficticio de la sede de Foro en Madrid".

Foro como "medio de vida"

El abogado de Foro, Luis Llanes, que negó "una vendetta política", acusó a Cascos de "convertir al partido en un medio de vida muy lucrativo, aprovechándose de la existencia de una legión de incondicionales que pensaban que era él mesías y le tenían una confianza ciega, así como de la bisoñez y la inexperiencia de las personas que se sumaron a este proyecto". Cascos formó un partido "a su imagen y semejanza, de carácter personalista y absolutista, sin mecanismos de control interno". Y en él convergían "todas las prebendas y canonjías de esa deficitaria estructura que había creado".

Las normas de control nunca se aplicaron al presidente, pese al código ético que exigía austeridad. Además, "hay un palmario incumplimiento de la ley de partidos". Los gastos del presidente se recogían en un sobre y se entregaban a la secretaria, "puro caos financiero", o lo que es lo mismo, "barra libre". Cascos cobró hasta los mítines para lanzar el partido, 24.000 euros bajo el epígrafe de "conferencias". Algunos gastos, como el juego "Call of Duty", añadió, Cascos los atribuye a errores, pero "cuando el error es sistemático y recalcitrante, pasa a ser un intento de aprovechamiento de los recursos del partido".

No hay materia penal

Para el letrado defensor, Luis Tuero, no hay materia penal y sí ante "una cuestión civil o administrativa". Y negó que la acusación a Cascos tenga que ver con el "caso Villa". "Hay una fiscalización, aunque sea mínima, y un conocimiento por los órganos directivos", añadió.

"Todos han dicho que Cascos trabajaba exclusivamente para el partido, y desarrollaba una actividad ingente. No se le compensa por trabajar de vacaciones. No tenía firma en el banco. Eran Lanza, Roces, Canal y Cabral quienes autorizaban los gastos, y luego había un control exhaustivo del Tribunal de Cuentas. Hubo gastos que se rechazaron", indicó. Consideró por otro lado las cuantías "ridículas". Todos en el partido conocían, dijo, la existencia de una sede en el partido, y que se pagaba por ella todos los meses. "Nunca se ocultó", añadió.

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