Montero hereda un PSOE roto y monta equipo para una campaña electoral de año y medio

El 15º Congreso regional del PSOE que se celebra desde este viernes al domingo en Armilla (Granada), y que servirá para que María Jesús Montero asuma formalmente la secretaría general del partido, tiene dos cometidos fundamentales: por un lado, engrasar la máquina que pilotará a partir de ahora la dirigente socialista que, hace mucho, se convirtió en el principal enemigo para el PP de Andalucía -"están todo el día hablando de mí en el Consejo de Gobierno", bromeaba cuando todavía estaba Juan Espadas al frente del partido pero era evidente cómo acabaría la cosa-. La segunda tarea es neutralizar, al menos durante estos días en que todo el foco mediático está encima (hay más de cien periodistas acreditados), el ruido por el control del poder que hay en todas las provincias menos en Sevilla. Una tarea titánica para un partido que ha hecho de la intriga orgánica una parte importantísima de su biografía, más aún durante los congresos. Este fin de semana el mensaje es centrarse en lo importante, no en lo urgente, que Montero transmita que la batalla contra Juan Manuel Moreno y su mayoría absolutísima es posible, que hay partido y cancha suficiente para jugar: queda un año y medio para las elecciones de 2026.

En cuanto a su función política, el cónclave regional es de puro trámite, los temas para el PSOE-A son los de siempre de un tiempo a esta parte: sostenibilidad y empleo, justicia social y estado del bienestar, y democracia, igualdad y autogobierno. El lema, por otro lado, Andalucía por delante pone en un brete a la propia secretaria general, que en San Vicente trasladó a los suyos esta misma semana que en la cúpula del partido (cuyos nombres desvelará este fin de semana) elegiría a perfiles que se dedicarán a Andalucía "a tiempo completo" ya que ella no puede.

"Vamos a salir a contarle a Andalucía que estamos aquí y que venimos con todas las ganas para volver a presidir la Junta de Andalucía", resumió la portavoz del PSOE-A, María Márquez, durante la presentación del Congreso en Granada, junto al presidente del cónclave, Pepe Entrena, quien es uno de los secretarios provinciales saldrá en los próximos meses.

De vicepresidenta a presidente: choque de trenes de igual a igual

Contra el barón entre barones y el presidente autonómico que más respeto despierta en su partido se medirá, a partir de ahora, la vicepresidenta primera del Gobierno de España y ministra de Hacienda. Las formas son distintas pero la medida es de igual a igual. Montero conoce la administración autonómica como la palma de la mano por eso en la estrategia de erosión que haga a partir de ahora -con un pide en Madrid- contra el Gobierno de la Junta glosará uno a uno los problemas que le han surgido a Moreno a lo largo de sus seis años gestión, especialmente evidentes en los últimos tiempos.

Las investigaciones judiciales (por ahora en Sevilla y Cádiz) de los contratos del SAS, las denuncias por la gestión sanitaria, las de los AMPA agravadas por la polémica del delegado territorial de Sevilla y, en lo orgánico, las cuentas y presuntos pagos del PP de Sevilla durante el tiempo en que el actual alcalde de la capital andaluza fue su máximo dirigente.

Y hará todo este repaso de frentes que han salpicado la plácida estabilidad que disfruta Moreno desde junio de 2022 con un estilo made in Montero que dista mucho del que gasta el dirigente popular, al que, como le reprocha la izquierda, "es educado pero no moderado".

Montero no se arredra, va a la guerra y lo sabe. En Andalucía, desde ya desplegará las armas con las que se batalla en Madrid: mensajes binarios y colocar al PP andaluz en la contradicción

Ya puestos en el rol de candidata andaluz que evitó asumir, Montero no se arredra, va a la guerra y lo sabe. En Andalucía, desde ya desplegará las armas con las que se batalla en Madrid: mensajes binarios y colocar al PP andaluz en la contradicción con la que cabalga sus políticas, es decir, sanidad pública o privada, educación pública o de pago, hacer pagar a los más ricos o pasarle la mano por la espalda... Otra cosa es la capacidad que tenga de esconder las propias debilidades, la más reciente es la polémica abierta por la tributación fiscal del SMI y de fondo el tema que más desgaste le provoca es el delicado equilibrio entre comunidades autónomas cuando se negocian los Presupuestos Generales con los independentistas en Cataluña. Montero se contorsiona con esmero pero hay movimientos complicados de entender en Andalucía. Para todo esto tiene una palabra siempre a mano: pedagogía.

Para exhibir músculo y, sobre todo, para escenificar que se puede, llega este viernes a Granada, donde hay más de 500 delegados provinciales, muy bien arropada. Zapatero en la inauguración, Pedro Sánchez en la clausura y tres ministros Óscar Puente (Transporte), Isabel Rodríguez (Vivienda) y Luis Planas (Agricultura), responsables de tres áreas de vital importancia en una tierra con muchos debes en materia de movilidad, con la tasa más baja de emancipación de los jóvenes y con el reto de las exportaciones del agro andaluz ante los aranceles de Trump. Estará también el ex presidente de la Junta Manuel Chaves, aquel que hace 20 años le dio por primera vez el foco nombrándola consejera.