Cumbre de Sevilla

Sánchez carga contra los aranceles como "arma arrojadiza" y sostiene el pulso en su choque con Trump

Desde que el presidente de EEUU amenazó a España con “pagar el doble” a través de aranceles, en el Gobierno se han resguardado en la pertenencia al mercado único de la UE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al embajador de España ante la ONU, Héctor Gómez y la ministra de nclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, en la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de la ONU.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al embajador de España ante la ONU, Héctor Gómez y la ministra de nclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, en la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de la ONU. / ROCÍO RUZ/ EUROPA PRESS

Madrid

El presidente de EEUU, Donald Trump, es durante estos días el elefante en la habitación de la cumbre de Sevilla. Su decisión de acabar con los programas de la ayuda al desarrollo y convertirse en bestia negra de las instituciones multilaterales va justo en la dirección contraria de lo que pretende la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de la ONU. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apostado por las alusiones veladas durante sus intervenciones en la cumbre, pero este miércoles ha sido menos sutil para cargar contra los aranceles y la guerra comercial con la que Trump amenazó la pasada semana a Sánchez tras la cumbre de la OTAN por oponerse a la subida del gasto militar. “Los aranceles no son un arma arrojadiza, son un freno”, advirtió el jefe del Ejecutivo durante su intervención en la mesa redonda 'Defender el sistema multilateral de comercio y aprovechar el potencial de la ciencia, la tecnología y la innovación', en el marco de la cumbre de Sevilla.

Echando mano de su afecto negativo para el crecimiento de la economía mundial, que caerá por debajo del umbral del 3% en el que resistía tras la pandemia, Sánchez ha advertido que “responder con barreras solo lleva a una derrota colectiva”. “No hay ganadores en una economía que se encierra en sí misma”, replicó ante a un modelo de “aranceles, restricciones y guerras comerciales” que estaría pasando ya de la retórica a los hechos.

En estos momentos operan ya tarifas por parte de la Administración norteamericana. Concretamente, un 10% generalizado a todos los productos europeos, un 50% a los a al aluminio y al acero y un 25% a los vehículos. El mensaje en el que insistió Sánchez fue que “si seguimos encerrándonos en bloques” y “nos resignamos al aislamiento”, el resultado será que “todos vamos a salir perdiendo”.

Desde que Trump amenazó a España con “pagar el doble” a través de aranceles, tanto el presidente del Gobierno como el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se han resguardado en la pertenencia al mercado único de la UE y, por tanto, en la negociación abierta por la Comisión Europea, tratando de mandar un mensaje de tranquilidad a las empresas y sectores exportadores. Precisamente, en su intervención Sánchez ha abogado por responder con más multilateralismo, con recetas como la de reforzar el “papel central” de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para adaptarla a una coyuntura donde la economía ya no se basa solamente en el intercambio de mercancías. "Las reglas deben reflejar el mundo que es hoy, no como fue, y aspirar a construir el mundo que queremos", concluyó.

Lejos de modular su negativa a cumplir el 5% del gasto en defensa, en el Gobierno se enrocan en que cumplirán con las capacidades militares pactadas, pero que según los cálculos del ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas representan el 2,1% del PIB. La línea roja y la prioridad pasa por sostener el Estado del bienestar, según subrayan.

"No estamos aquí para rendirnos"

Tras el envite del presidente norteamericano a España, algo que no descartaban los colaboradores del presidente del Gobierno porque “es Trump, esto podía pasar”, en el Ejecutivo hicieron equilibrios para intentar rebajar el choque sin modular su mensaje de fondo. Entre la intención de “tender puentes, no romperlos” y la voluntad firme de defender “el interés general de nuestro país”. Si en el Ejecutivo intentaban alejar una intencionalidad estratégica detrás del choque con EEUU, entre los dirigentes socialistas abundaban las voces que reconocen su utilidad ante la difícil coyuntura que atraviesan. Un contexto que ha añadido todavía más presión con la entrada en prisión del ex secretario de Organización, Santos Cerdán.

Sánchez contrapuso en su discurso la defensa de las reglas de juego "frente al ruido", el trabajo conjunto "frente a la fragmentación" y el optimismo y la esperanza "frente al miedo". Cerró así su intervención en términos similares a cómo arrancó: "No estamos aquí para rendirnos".

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