Lleno de entusiasmo y optimismo. Así apareció Luis Enrique, el seleccionador español, en Londres, donde disputará este martes la semifinal de la Eurocopa ante Italia. No teme al rival, al que no paró de elogiar, pero se siente el técnico asturiano con energía para llegar a la final, que se disputaría en Wembley el próximo domingo.

Tras entrenar por la mañana en la ciudad deportiva de Las Rozas, la selección aterrizó en la tarde de este lunes en el aeropuerto londinense de Luton. Tiene Luis Enrique la baja ya confirmada de Sarabia, que arrastra una microrotura muscular desde el duelo con Suiza. "La primera batalla será por conquistar el balón", ha dicho el asturiano. "Lo necesitamos. Queremos el balón", ha añadido el técnico.

"Me quedo hasta la nariz mejor después de lo de Tassotti. He hablado con él durante tres o cuatro veces estos años, es una persona buena, honesta. Forma parte del pasado, de nuestra historia futbolística. Tengo un grandísimo recuerdo de mi estancia en Italia. Nada que ver. Es un partido muy bonito de semifinales. El resto queda en la historia. No hay revancha alguna", ha comentado Luis Enrique sobre aquel codazo que recibió en el Mundial de Estados Unidos-1994.

Pedri, a su llegada a Londres.

En ese sentido, Luis Enrique ha reconocido que "no somos una selección experta, ni mucho menos", pero tiene a jugadores capacitados pra enfrentarse psicológicamente a Italia. "El objetivo es muy atractivo, tenemos que estar al cien por cien", ha asegurado el seleccionador, indicando que Italia "es capaz de jugar también sin el balón".

Ha recordado que España "es líder en registro de posesión" del torneo, feliz de regresar a Wembley, el estadio en el que debutó como seleccionador en septiembre del 2018. "Me he sentido súper respaldado por la federación. Tengo contrato hasta después del Mundial". No ha querido, sin embargo, decir "si es mejor o peor entrenador porque lo más importante es estar rodeado de gente de muchísimo nivel, que te cuestiona y critica, rodearse de gente mejor que tú es lo más importante".

Luego, ha recordado que "no hace las alineaciones en función del rival" y que en caso de que Italia le quitara el balón tiene preparado "un plan B", aunque eso no implica modificar el sistema, el tradicional 4-3-3. Ni mucho menos. "Me gustaría que estuviera Spinazzola y que no se hubiera lesionado de gravedad".

Ha querido después indicar que confía en que España "esté a la altura y podamos dar una alegría porque es un partido en el que representas a todo un país". Luego, a preguntas de los periodistas italianos, estuvo Luis Enrique mucho más relajado, al punto de que saludó personalmente al representante de 'Il Romanista'. "Hace 10 años era presentado en el Roma. Éramos más jovenes, pero manteníamos la misma idea del calcio, queríamos un calcio propositivo", ha dicho recurriendo al italiano que aprendió en su año en el club romano. "Esa es mi identidad como allenatore".