El pase a cuartos de final de la selección española tiene además otra consecuencia muy positiva para la selección española de Luis Enrique. Y no es otra que la Roja llegará limpia la cita del viernes de los cuartos de final y también lo hará, al igual que el resto de selecciones, en el caso de llegar a las semifinales del Estadio de Wembley. 

La explicación es bien sencilla. Cuatro eran los jugadores que llegaban este martes a Copenhague estando apercibidos. Se trata de Jordi Alba, Sergio Busquets, Pau Torres y Rodrigo. En caso de haber visto la segunda amarilla en el encuentro de ayer habría sido la segunda, perdiéndose la trascendental cita del viernes en San Petersburgo.

No olvidemos que el ciclo de tarjetas que la UEFA y la Eurocopa ha fijado para este torneo está en dos amonestaciones. Pero lo que es aún más importante es que los cuatro jugadores de la selección ya no tienen la condición de apercibidos y podrán saltar al campo sin miedo alguno a ver una tarjeta amarilla que les privara de poder estar en el caso de una hipotética semifinal en el Estadio de Wembley.

Porque a partir de semifinales todos los jugadores partirán de cero. Es decir que, en el caso de que estos cuatro jugadores vieran esa amarilla, no supondrá un partido de sanción. Pero tampoco se contabilizará como amonestación en el caso de que el resto de jugadores de la selección española vieran una tarjeta amarilla. Todos pasarán limpios a las semifinales. Solo hay una excepción y pasa porque el jugador fuera expulsado. Ya sea por doble amarilla o por tarjeta roja directa. 

Esta situación de llegar limpios a semifinales supone también que todos los jugadores tendrán opciones de jugar la final, dado que nunca sumarán las dos amonestaciones que requiere la normativa de ciclo de tarjetas. Solo hay dos situaciones donde un jugador podrá perderse la final de la Eurocopa. En caso de ver doble amarilla o tarjeta roja en la disputa de la semifinal. Lo que acarrea un partido de sanción.