Contra la falta de presupuesto y de un local adecuado, imaginación. Con esa fórmula, nace la primera producción operística del Auditorio, Carmen, de Bizet, que, con motivo de la Expo, se estrena mañana en la sala Mozart, a partir de las 20.15 horas. El director del Auditorio de Zaragoza, Miguel Ángel Tapia, rodeado del equipo que ha hecho posible el proyecto, presentó ayer la ópera "orgulloso del resultado final, más que digno".

Esta Carmen aragonesa está protagonizada por un elenco en el que destacan la mezzosporano Mariana Makhmoutova (que hará el papel de Carmen), el tenor uruguayo Gastón Rivero (Don José) y la soprano María de Félix (Micaela). En un principio, el papel de Micaela estaba destinado a Montserrat Martípero una inoportuna afección vocal le han impedido actuar. La aragonesa María de Félix, ganadora de la beca Ibercaja Caballé, ocupa su lugar. "Estoy muy agradecida y contenta por la oportunidad que me ha dado el Auditorio de interpretar este maravilloso papel, aunque siento mucho lo de Martí", afirmó.

Pero no son los únicos protagonistas ya que no existiría la ópera sin una orquesta y un coro que la res palde. Como no podía ser de otra manera, al tratarse de una producción totalmente aragonesa, la parte musical recae en la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Superior de Música de Aragón y en el Coro Amici Musicae y su sección infantil.

A pesar de ser una de las óperas más representadas de la historia, la que se va a poder en el Auditorio no es una Carmen al uso. Su director escénico y de escenografía, Luis Merchán ha creado una ópera teatralizada en la que juega un papel fundamental, por ejemplo, el cambio de rol de don José. "Hemos desmitificado la figura de héroe de don José adaptándola a los tiempos de hoy. Acaba matando a una mujer por amor y no es otra cosa que un asesino". En cuanto a la propuesta escénica, Merchán también fue muy contundente explicándola: "Mi objetivo era darle vida a los personajes y acercar la ópera al teatro. Por ello, ha nacido una Carmen en la que se canta y se interpreta al mismo tiempo".

Todo ello con el hándicap del espacio. "Es obvio que esta sala no está preparada para acoger una ópera pero, gracias a ello, hemos resuelto los problemas con imaginación". Así, al no haber foso para la orquesta, esta se ha situado en el centro del escenario en una zona que se oscurecerá, circulando los solistas alrededor de la misma. Culminando el escenario, la pantalla del fondo, proyectará las distintas imágenes que irán construyendo los decorados. Otro de los problemas encontrados ha sido el presupuesto, explicó Tapia: "Para hacer una ópera, el Liceo, por ejemplo, maneja dos millones de euros y nosotros hemos contado con 60.000 euros".

Ahora solo falta que esta apuesta arriesgada y totalmente aragonesa logre calar entre el público. "Se ha hecho con mucha ilusión y gracias a mucha gente que ha trabajado desinteresadamente en el proyecto... Aunque a veces me he planteado por qué tuve que dar la idea, ahora creo que esto marcará un antes y un después", concluyó Miguel Ángel Tapia. Aún quedan entradas disponibles para cualquiera de las tres representaciones de la ópera (20, 21 y 22 de junio; 20.15 horas) que cuestan entre 35 y 45 euros.