Esto va lanzado, como una bala". Solo es una de las frases que pronunció ayer el director de Operaciones y Contenidos de la Expo, Jerónimo Blasco, pero resume a la perfección el entusiasmo y el optimismo con el que están viviendo los responsables de la sociedad estatal este inicio de la muestra internacional. Las dudas sobre la afluencia durante los dos primeros días, que estuvo "por debajo de lo esperado", parecen haberse disipado y han dejado paso a una satisfacción con ciertos aires triunfalistas. Tanto es así que ayer Blasco se apostaba "con quien quisiera" que la Expo de Zaragoza superaría la previsión de 6,5 millones de visitantes.

"Es verdad que los dos primeros días pensábamos que iba a haber más gente, pero de lunes a miércoles hemos registrado unas cifras magníficas; hasta los responsables de otras muestras nos comentaban que nunca habían visto un arranque tan fuerte", subrayó Blasco, que ayer ofreció una rueda de prensa para hacer balance de las cinco primeras jornadas de la muestra, en la que especificó que el lunes el número de visitantes fue de 26.582, el martes de 37.610 y el miércoles de 46.755. Una progresión que, según Blasco, es "la más rápida" registrada en ninguna Expo.

Con todo, y a pesar del optimismo, los responsables de la Expo ya empezaron ayer a hacer las primeras modificaciones en aquellos servicios que más críticas habían recibido. "Hemos decidido poner en marcha una serie de medidas para mejorar", aclaró Blasco. Entre ellas, destaca el cambio en los horarios de los espectáculos para evitar molestias a los vecinos, la mejora de los accesos al aparcamiento sur o la instalación de zonas de sombra y del sistema de reservas en el Acuario. "Habíamos detectado quejas y hemos intentado solventarlas", explicó.

En este sentido, y respecto a la ampliación del horario de visitas a los pabellones, Blasco se limitó a decir que es una "posibilidad" que maneja la organización, pero ahora, aseguró, "no se va a hacer": "Nos los habíamos planteado para el final de la Expo pero no para ahora".

Más allá de las modificaciones en los distintos servicios, los organizadores de la Expo basan su actual optimismo en la compra anticipada de entradas. No en vano, Blasco aseguró que entre mayo y junio alcanzó las 500.652 pases, lo que representan "unas cifras altísimas" y garantiza, hasta el momento, la visita de 3,5 millones de personas. Blasco comentó en esta línea que es ahora cuando la venta a través de operadores turísticos "empieza a funcionar": "Se comprometieron con una venta por valor de 4,5 millones de euros y ahora ya se sitúa en 8".

Preguntado por las largas filas que soportan algunos pabellones, Blasco comentó que en los días de más afluencia, que registrarán hasta 90.000 visitantes, "la gente tendrá que distribuirse por otros edificios". Además, animó a utilizar más el sistema de fast pass.