Los Ebro Bus continúan sus pruebas de amarre y desamarre en el embarcadero de Vadorrey, con el responsable de Turismo Ebro Fluvial, Alberto Frutos, revisando hasta el mínimo detalle desde el muelle. El responsable de la empresa asegura que estarán listos para el servicio "la semana que viene, lo antes que se pueda", si bien deja bien claro que aún quedan unas cuantas cuestiones por solventar.

"Primero hacen falta más pruebas --explica--, para terminar de arreglar detalles y ver como vamos de corriente". Los demás detalles dependen de la organización de la Expo, "tienen que estar listos los embarcaderos de Vadorrey, al que le faltan un par de días, y el de la muestra, en el que faltan los pantalanes", resume Frutos. "Además, tienen que poner las balizas que marcan el recorrido de las embarcaciones".

Por el momento solo son tres de ellas las que permanecen amarradas al muelle, dos pequeñas (24 pasajeros cada una) y una grande (80), pero faltan por llegar una de cada tipo. Cuando estén operativas, el billete de 14 euros (7 para niños) dará derecho a viajar entre los tres puntos citados, de manera muy flexible. Como explica el responsable, "uno podrá montarse en Vadorrey, bajarse en la Expo, e ir otro día de la Expo al Náutico". Esta posibilidad durará tanto como la muestra. Lo único que no se podrá es repetir tramos.

En principio la navegación estará restringida a este recorrido. "En principio estaba pensado para pasar por debajo del puente del Tercer Milenio y el pabellón Puente, pero no lo haremos hasta que esa zona sea realmente navegable", asegura Frutos. Como dice, "según la muestra todo está dragado, pero yo no lo tengo tan claro".

En cualquier caso, en breve Zaragoza podrá disfrutar de un paseo al más puro estilo París, cambiando Sena por Ebro, eso sí. Y será en completo silencio, al menos en lo que a la maquinaria se refiere, ya que es ciertamente impresionante el nulo ruido que provocan los motores eléctricos de las embarcaciones.

Para los que no gusten de aglomeraciones, Turismo Ebro Fluvial prepara también una serie de embarcaciones de recreo para las familias, que no requerirán piloto, y que podrán usarse en la zona "de seguridad" entre el azud y el puente de la Unión. Los vagos que no quieran usar remos pueden estar tranquilos, también las habrá eléctricas. Así pues, no hay excusa para no dar el último paso de acercamiento al Ebro ahora que está de moda "vivir de cara al río".