Brasil cuenta con el 12% del agua dulce del mundo, pero los grandes contrastes que existen entre el norte y el sur ya han obligado al Gobierno de Lula da Silva a acometer importantes proyectos en materia hidrológica. Concretamente, los escasos recursos hídricos con los que cuenta la zona más seca y septentrional del país han impulsado la aprobación de un trasvase del río San Francisco que beneficiará a más de 12 millones de personas de 503 municipios. El ministro de Integración de Brasil, Geddel Vieira Lima, que presentó ayer el proyecto en el marco de la Tribuna del Agua, subrayó que la construcción de este trasvase "reducirá las diferencias territoriales en el país y promoverá la justicia social".

"La obra responde a nuestro objetivo de incluir a los excluidos en el desarrollo de Brasil e impulsará a las regiones más desfavorecidas", destacó Vieira, que estimó el coste del trasvase en los 2,8 billones de euros. El que será el mayor proyecto de infraestructura hídrica del Ejecutivo federal brasileño comenzará a construirse en 2009 y concluirá en el año 2025. Según explicó Vieira, la obra consistirá en la construcción de dos grandes canales al norte y al este del río San Francisco, que llevarán agua a la zona "semiárida" del nordeste de Brasil. En total, serán 622 kilómetros de canales, embalses, acueductos, túneles y estaciones de bombeo que trasvasarán el 1,4% del río para garantizar el abastecimiento de agua a 12 millones de personas.

En opinión del ministro brasileño, esta obra permitirá que "determinados" ciudadanos no tengan que afrontar más dificultades que otros "solo por haber nacido en una u otra región" y constata el "papel estratégico" del río San Francisco, cuya extensión alcanza los 2.830 kilómetros. Además, Vieira también explicó el programa de rehabilitación del río San Francisco, que consistirá, fundamentalmente, en la mejora de la navegabilidad y en el saneamiento básico.

Por otra parte, Vieira confió en que la Expo represente una "oportunidad" para llegar a acuerdos sobre la gestión del agua: "La muestra de Zaragoza nos presenta el desafío de mejorar los escasos recursos hídricos que tiene el mundo. No debemos dejar pasar esta oportunidad".