Dirige la Bastilla y gerencia el restaurante del pabellón de Aragón. Cocina aragonesa del chef José Ignacio Acirón.

--Creo que ustedes no necesitan promoción ni publicidad.

--Aquí, no. Esto es un disparate...

--¿Qué pensaban cuando se hicieron cargo del restaurante?

--Bueno, que íbamos a tener un escaparate para nuestro negocio y poco más. Es que nadie sabía nada, era todo nuevo. Creíamos que recibiríamos sobre todo gente de empresas, pero nos ha desbordado. Reservan personalidades internacionales de todos los países. Se ha corrido la voz de que se come bien y tenemos cola en la puerta.

--¿Qué ofrecen sobre todo?

--Cocina aragonesa. Y eso precisamente les ha sorprendido, porque la mayoría no la conoce. Han descubierto que es una gran cocina.

--¿Qué destaca?

--Les llama la atención la verdura; la hacemos a la tempura, con sake, y queda fantástica. Es un producto de primera y si se acierta en la cocción es impresionante. Hacemos el ternasco al vacío, cocinado a baja temperatura, muchas horas, y con un golpe de calor al final. Es otra cosa. Les sorprenden mucho los vinos de Aragón, la Expo los va a promocionar mucho.

--Llegaron aquí y no había nada preparado, supongo.

--Nada, se tuvo que montar la cocina, y por suerte siguieron nuestras indicaciones. Los primeros días fue muy duro, faltaba rodaje. Pero la gente se va encantada; hay comisarios de pabellones que querrían mesas reservadas para toda la Expo y no podemos, la verdad.

--Meses antes de la Expo los medios nos preguntábamos a diario si la gastronomía aragonesa iba a estar preparada para el reto.

--Es verdad, causaba mucho temor. Quizás porque pensábamos que no tendríamos personal suficiente. En el fondo se pensaba que esto solo sería capaz de hacerlo Barcelona o Madrid. Y mira, estamos muy orgullosos, estamos respondiendo. Pero, eso sí, Zaragoza ha dado un vuelco de diez años, ahora tenemos una ciudad puntera.

--Incluso para ustedes debe ser un reto atractivo.

--Sin duda; supone meternos en líos, hacer un sobreesfuerzo, pero en el fondo es como ganar la Eurocopa.

--Parece que incluso la cafetería es una locura.

--Lo es; preparamos una serie de bocadillos pequeños, muy atractivos, pero no llegamos, viene mucha gente. Hemos dejado uno de ternasco caliente que tiene mucho éxito. Y luego, jamón de Teruel, bonito y lomo.

--Atención a esta pregunta: ¿Zaragoza está recibiendo los flujos de la Expo? ¿Se llenan los locales?

--Mi impresión es que no; en general la gente viene a pasar el día y se va. Quizás los restaurantes próximos a la plaza del Pilar se beneficien, pero el resto lo dudo. Es más, incluso ha bajado la zona de copas...

--¿Y eso?

--Pues porque tendrías que ver cómo se pone esto los fines de semana, es una locura. El sábado se llena de gente que viene a ver los espectáculos,.pasear y a tomar una copa mirando al río. Es realmente impresionante el éxito que tiene la noche, y eso repercute en los garitos de zona.

--Tuvieron a los Reyes y su comitiva el día de España.

--Sí, les preparamos un pequeño refrigerio: queso variado, bocaditos de ternasco con salsa de trufa, jamón de Teruel y una merluza con pisto aragonés.

--Dicen que son muy campechanos.

--Mucho. Cuando no están muy sometidos a protocolo se comportan con mucho afecto. Don Juan Carlos pasó hacia la sala y vio a la chica de la oficina que estaba sola, le dio la mano, le preguntó cómo iba todo, muy simpático y cercano. Y al irse, los reyes dieron la mano a toda la plantilla.