Los visitantes de la muestra que ayer quisieron aprovechar su estancia en la Expo para conocer la gastronomía de las diferentes regiones españolas a la hora de la comida tuvieron que cambiar de planes o conformarse con platos fríos. Poco antes de las 13.00 horas, los altavoces del recinto informaron de que una avería había dejado sin luz en la zona de restauración de las comunidades autónomas. En un principio se cerró este espacio, pero finalmente la organización optó por permitir a los establecimientos que lo desearan ofrecer productos fríos como ensaladas, sandwiches o frutas.

El fallo eléctrico afectó a todos los restaurantes regionales y a la cantina de trabajadores. Según fuentes de Expo Zaragoza, la avería se produjo por un cortocircuito en la salida del interruptor general del cuadro de baja tensión, que quemó este y el cableado circundante. El origen se encontraba posiblemente en un defecto de montaje. Los servicios de mantenimiento actuaron de inmediato, aunque la reparación completa no se produjo hasta las 20.00. Mientras tanto, la mayor parte de los establecimientos tuvieron que prescindir de la mayor parte de la recaudación del día.

En un principio se comentó que la luz se podría recuperar sobre las 16.00 o 17.00, por lo que muchos de los trabajadores aguardaron en el recinto durante el mediodía a la espera de novedades. En la puerta, trabajadores y voluntarios explicaban poco después a los visitantes que el acceso estaba permitido, pero que la oferta sería escasa. "Solo algunos platos fríos, ensaladitas y bebidas", advertían a los que se acercaban, la mayoría desconocedores de la situación a pesar de los avisos por los altavoces.

"Nos han informado rápido de lo que estaba pasando, pero no sabemos exactamente cuándo se arreglará esto", explicaba Braulio García, coordinador del establecimiento de Galicia poco antes de las 14.00 horas. En esta comunidad optaron por permanecer cerrados, igual que en la mayoría. "Madrid tiene sandwiches, pero nosotros nada --lamentaba David Rodríguez, jefe de cocina en Asturias--. Ni bocadillos calientes, ni arroz con leche, ni ninguna otra cosa".

Otros profesionales, sin embargo, sí que se decidieron a abrir su restaurante, aunque no sin quejas por la escasez de las posibilidades. "Solo podemos ofrecer cuatro cosas. Tenemos muchos productos calientes y así no puede ser", comentaba Antonio Espín, responsable del restaurante de Murcia. Lo mismo ocurría en Mallorca, donde las ventas se reducían casi a ensaimadas y ensaladas. En el País Vasco, sin embargo, los clientes guardaban fila para degustar los tradicionales pintxos de la comunidad autónoma. Todos fríos, eso sí.