Tras años de discriminación en el mundo del deporte, veintidós mujeres hicieron historia en 1900 al ser las primeras en participar en los segundos Juegos Olímpicos de la modernidad, celebrados en París entre el 14 de mayo y el 28 de octubre.

Aunque la participación fue extraoficial, ellas abrieron camino para que, 121 años después, esté completamente normalizado que las mujeres pueden practicar deportes y competir en ámbitos que siempre estuvieron reservados para hombres.

Las mujeres tuvieron prohibido el acceso en la primera edición, la disputada en Atenas en 1896, cuando personajes como el restaurador de los Juegos, Pierre de Coubertin, aún cuestionaban su presencia en los deportes. “Los Juegos son la solemne y periódica exaltación del deporte masculino, con el aplauso de las mujeres como recompensa”, decía. “En lo tocante a competiciones deportivas públicas, la participación de la mujer debería estar absolutamente prohibida”, estimaba.

121 años de historia en los Juegos Olímpicos

Pese a la negativa de personas como Pierre de Coubertin, las mujeres incursionaron en los Juegos Olímpicos de la historia moderna compitiendo en tenis, golf y croquet.

La tenista Charlotte Cooper, quien ya había ganado tres campeonatos femeninos de Wimbledon: 1895, 1896 y 1898, se convirtió en la primera campeona olímpica. Después de París ganó otros Wimbledon en 1901 y el último en 1908, cuando tenía treinta y siete años.

La tenista Charlotte Cooper, primera mujer en ganar una medalla olímpica.

Los segundos Juegos Olímpicos no tuvieron cartel oficial, pero durante su celebración se presentaba también en la capital francesa la Exposición Universal de Paris, de donde salió un cartel en el que se promocionaba un concurso de esgrima con una figura femenina.

Los Juegos de Ámsterdam de 1928 fueron los primeros que contaron con la participación oficial de mujeres y marcaron el final de la era Coubertin, al no ostentar ya el Barón francés la presidencia del Comité Olímpico Internacional.

El papa Pío XI encabezó entonces la campaña en contra de la admisión de las mujeres, sin éxito. Atletismo, esgrima, gimnasianatación y saltos fueron las especialidades en las que comenzaron su rumbo olímpico.