Son las cinco de la tarde y la calma de la hora de la siesta se empieza a romper. Caramelos, algodón de azúcar, tortas, frutos secos, utensilios de madera, juguetes, figuras, colgantes, pulseras, aceites, jabones, personas mayores paseando, niños corriendo y padres comprando; bienvenidos al Mercado Aragonés de productos artesanales.

Antes de que el Mercado Central de Zaragoza fuese construido y puesto en funcionamiento --en el año 1903--, los distintos vendedores de la ciudad colocaban sus puestos en aquella misma zona. Durante las Fiestas del Pilar, a modo de homenaje y recuerdo, un mercadillo de artesanos aragoneses ha tomado la plaza César Augusto, al lado de las murallas y a la sombra de la iglesia de San Juan de los Panetes.

Sin embargo, no se trata de algo meramente simbólico. La cantidad de puestos, los productos, la castañera y el vino añejo trasladan al visitante al siglo XVII. "Me he enterado de que había un mercadillo en esta zona y me he acercado a verlo. La verdad es que me ha encantado, es maravilloso, la única pega que tengo es que me gustaría que hubiese más puestos" afirma María Sánchez mientras observa con curiosidad una caseta de utensilios realizados con madera de olivo.

Entre figuras de la Virgen del Pilar y flores se encuentra la artesana Teresa Esteban, quien asegura que el mercadillo está teniendo "bastante éxito". "Muchos compradores se han acercado a darnos la enhorabuena por los puestos" señala Teresa sin dejar de atender a varias personas que se acercan para observar y comprar sus productos.

Sin embargo, la crisis también se ha dejado notar estos puestos. Maite Sola realiza zapatos artesanalmente desde hace años, sus productos conocidos bajo la marca Yustema recorren los mercadillos de toda España y asegura que este año las ventas están "bastante más flojas". Aún así, Sola considera que el mercadillo está teniendo éxito por la "gran cantidad de gente" que se ha acercado a él durante estos días.

Actividades

Pero no solo se trata de un simple mercado. En un escenario situado en la escalinata iglesia de San Juan cada día hay un espectáculo, transformando la plaza en un verdadero hervidero de gente. Grupos de folclore aragonés, magos e incluso exposiciones congregan por las tardes a cientos de ciudadanos.

"Las actividades para los vendedores no resultan muy beneficiosas. Mientras la gente ve el espectáculo nadie compra ni se acerca a los puestos. De todas formas también hay que decir que gracias a los eventos más personas nos conocen y que son necesarios porque estamos en fiestas", asegura Maite Sola. Efectivamente hay ciudadanos que conocen el mercado gracias a las actuaciones, es el caso de la zaragoza Esmeralda Pelegrí que se encontró con los puestos al acudir a la actuación de Javi el Mago, ayer por la tarde. "Me he dado una vuelta por los puestos y me han gustado, pero no los conocía", asegura.

Aunque las fiestas están a punto de finalizar, los ciudadanos todavía podrán disfrutar este fin de semana del mercadillo y varias actuaciones de grupos folclóricos como Bravura Aragonesa, Royo del Rabal o L´Ausin.