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Las fiestas del Pilar año tras año transforman el centro de la ciudad a un ritmo frenético, ya sea con los escenarios y carpas que cortan vías de circulación, las barras en la calle o incluso los escaparates de las tiendas, que estos días muchos lucen un aspecto más baturro que nunca.

Como no podía ser de otra manera, la Virgen del Pilar es protagonista tras la mayoría de los cristales de las tiendas: algunas majestuosas, talladas a mano, otras con preciosos mantos de flores y otras con características más singulares que les dan un toque más desenfadado.

En estas fechas cualquier tipo de comercio se anima a decorar su escaparate, ya sean fruterías, pastelerías, carnicerías o tiendas de ropa; todas con un toque propio, muchas veces relacionado con el sector al que pertenecen.

El restaurante Montal, por ejemplo, que está situado en la plaza del Justicia, ha montado una Virgen con el manto hecho con frutas de Aragón. «Entre todos hacemos que la gente se acuerde que estamos en pilares, y haces el establecimiento más atractivo también», comentó Nacho Montal, dueño del restaurante.

En otros casos, como en la tienda de Alain Afflelou, en la calle Alfonso, todo es más improvisado. «Un señor que está jubilado y durante unos dos años, en sus ratos libres, hizo la maqueta de la Basílica del Pilar con palillos; un día se acercó y nos dijo que si durante las fiestas nos importaría que expusiéramos la obra», explicó Laura Gimeno, dependienta del establecimiento.

Sin embargo hay otros que se lo toman como si se presentaran a un concurso.

En la tienda de decoración Hogar Básico, también en calle Alfonso, no desvelan el dinero invertido porque no lo han cuantificado, pero «sí hay muchas horas de trabajo», comentó Eva Durán, la dependienta. «Atrae más a la gente, y más en fiestas, hay muchos que entran y te dicen que les gusta», afirmó. Es lo que tiene el márketing, que incluso en fiestas no descansa buscando oportunidades de mercado. H