Nací en Santa Eulalia del Campo, en Teruel, pero, a temprana edad, me trasladé con mi familia a vivir a Zaragoza. Cada año, al llegar las fiestas del Pilar, teníamos una costumbre que se convirtió en una tradición: visitar la Feria. Recuerdo subir por Fernando el Católico en compañía de mis padres para conocer todos los cachivaches, maquinarias y artilugios que ahí se mostraban. Para mí, un jovencito de apenas diez años, aquella cita era tan espectacular y llamativa como ahora ir a un parque de atracciones. Un día de absoluta fiesta.

Quién me iba a decir que varias décadas después aquel niño de ojos abiertos, ávido de conocer y descubrir cualquier aparato que llamara su atención, se convertiría en el presidente de Feria de Zaragoza y de Cámara de Comercio, cuyas actuales instalaciones albergaron, hasta 1986, la exposición que fue escenario del mayor progreso y evolución comercial que tenía lugar en Aragón y España.

De nuestras visitas a la FONM -inicialmente el certamen se denominó Feria Oficial y Nacional de Muestras- recuerdo, como si fuera ahora mismo, las piedras de sal que siempre traía un expositor y que nos volvían locos a los más pequeños. Corríamos hasta allí y las cogíamos para extraer el cloruro de sodio. Ese sabor, el de la sal directa de la piedra, me acompaña y forma parte de los recuerdos más gratos de mi infancia.

Echo la vista atrás y de este chaval quedan todavía retazos importantes. Uno de ellos es que, aún hoy, me muevo por las ganas de seguir conociendo y contribuir a mejorar la sociedad tal y como, durante casi ocho décadas, ha hecho Feria de Zaragoza con su salón más emblemático.

La FONM dio paso a lo que hoy conocemos como Feria General. Se trata del salón más longevo de los que tienen lugar en España. Durante estos años, muchos han quedado en el camino, pero el certamen de Feria de Zaragoza ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y ha pasado de ser un certamen puntero en los últimos productos a ser un lugar más centrado en el ocio y la diversión de toda la familia.

Así, desde pequeños a mayores tienen en Feria General el lugar en el que disfrutar de una jornada durante las fiestas del Pilar. Atracciones infantiles, motor, gastronomía, moda y decoración o servicios múltiples forman parte de la gran oferta de esta cita. Todos tienen un gran número de adeptos, pero si hay un espacio que cuenta con verdadera devoción por parte de los visitantes, ese el pabellón 3, donde están ubicadas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Fue en el año 1999 cuando las Fuerzas Armadas participaron por primera vez en Feria General. Fue tal el éxito que en el año 2002 decidieron ocupar un pabellón íntegro, con más de 9.000 metros cuadrados, y donde exhiben las fortalezas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Desde entonces, más de veinte años haciendo las delicias de las familias, con exhibiciones, conciertos, ciencia, carreras de obstáculos y, sobre todo, la amabilidad y la simpatía de todo el personal que durante las jornadas de Feria tiene en nuestras instalaciones su cuartel general.

La música y el folclore también tienen un lugar importante dentro de la programación habitual del salón. Además, quiero poner en valor la apuesta de muchos de los expositores que forman y han formado parte de Feria General, algunos de los cuales llevan más de treinta participando en Feria General y nos consideran su casa.

Con el paso de las ediciones, los pabellones feriales han sido el gran escaparate en el que dar a conocer al mundo los avances y el progreso de diferentes áreas económicas. De este modo, Feria General fue el germen de algunos de los salones que continúan celebrándose en Feria de Zaragoza y que, tras varias ediciones, se convirtieron en líderes de sus respectivos sectores a nivel internacional.

Tal es el caso de FIMA, nuestra feria agrícola, que nació de la FONM y creció hasta el punto de adquirir el peso y el protagonismo de volar sola como certamen monográfico. Hoy en día es una de las tres principales citas del sector de la maquinaria agrícola en el mundo y contribuye a situar a Zaragoza como capital del sector de la agroalimentación, con salones que siguieron su ejemplo: Enomaq, Figan o Tecnovid.

Tras casi ochenta años de trabajo, Feria de Zaragoza constituye uno de los principales motores para la economía regional y nacional. En este tiempo, Feria de Zaragoza no ha perdido su esencia y su visión al servicio del cliente y ha incorporado elementos que nos ayudan a conectar con sectores, empresas y personas, sin dejar de lado nuestra mirada internacional.