Volvieron los nervios, las ovaciones, la emoción y alguna que otra lágrima al Auditorio de Zaragoza. Tras un año de espera, la jota aragonesa se ha vestido de gala este sábado para afrontar el primero de los tres días que tiene marcados en rojo en el calendario durante los Pilares: el Certamen Oficial de las modalidades benjamín, infantil y juvenil. El segundo será este próximo domingo 10 con la final de los mayores, también sobre las tablas de la Sala Mozart, y el martes 12 con las actuaciones de todos los ganadores, mayores y pequeños, en la plaza del Pilar ante la patrona de Zaragoza.

Una jornada matinal que ha coronado a sus primeros campeones. En categoría benjamín (de cinco a nueve años) han vencido Cristina Armenteros y Pablo Artigas en la modalidad de baile, y, en canto, Adrián Alós y Cristina Bernadaus. En categoría infantil (de 10 a 12 años), se ha impuesto la pareja formada por Rocío Mallor y Oliver Villanueva en baile y Laura Clavería e Iván Martos en canto. Finalmente, en categoría juvenil (de 13 a 15 años) han vencido Keila Giménez y Jaime Mandar en baile, y Sheila Gavín y Pablo Gastón en la modalidad de canto.

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Certamen de jotas infantil ANDREEA VORNICU

Pero, ante todo, ha sido un día especial para todos. El coronavirus había privado a toda la familia de la jota de disfrutar de su particular fiesta una vez, por eso la alegría por volver a reencontrarse fue doble. No ha importado que el patio de butacas estuviese poblado de mascarillas y cada tentativa de levantarse del asiento estuviese concienzudamente controlada. El arte de la tradición aragonesa está de vuelta.

Y hasta ahí las novedades, porque todo lo demás era terreno de sobras conocido. Con los padres y la familia de los pequeños con un grado de excitación mayor que el de los propios protagonistas de la mañana. A la hora de la verdad, son ellos y ellas las que demuestran transmitir más temple durante los momentos clave. Cualquiera de los corrillos –esta vez contados y muy dispersos- lo pueden corroborar.

Algunos de los familiares confiesan que son semanas de mucho ajetreo para los pequeños, especialmente una vez que logran pasar las semifinales, que se celebraron hace apenas un mes. No hay una receta única para llegar en las condiciones óptimas al día clave, pero la intensidad de los ensayos se redobla y cualquier detalle parece importante.

Dani y Asier, participantes en el certamen en las categorías benjamín e infantil respectivamente, dan algunas de las claves tras culminar su participación: «Durante la última semana tenemos prohibido hacer algunas actividades como correr o gritar», explica el primero. El menor contratiempo puede echar al traste la preparación de meses, y más en esta época del año.

A su lado, Asier da muestra de una naturalidad envidiable. A pesar de contar ya con una cierta trayectoria en este certamen y haber vencido hace tres años, lamenta que se haya perdido un partido de fútbol, aunque «no de liga», aclara. En lo que sí coinciden ambos es que por encima de todo importa la experiencia y las amistades que, poco a poco, se van haciendo. Por encima de todo, eso es la jota.