Después de un año de ausencia obligada por la pandemia, el Certamen Oficial de Jota aragonesa para adultos ha vuelto por todo lo alto. El público aficionado a las jotas, tan característico y dedicado al folclore, volvió a llenar la sala Mozart. Diez cantadores y dos parejas formaron parte del cartel de la final del concurso extraordinario del certamen.
Este fue a parar a Elena Casaña, en la categoría de cantadora y Javier Badules en la de cantador, mientras que en la sección de baile el galardón quedó desierto. Casaña y Badules cantarán frente a la virgen del Pilar el día 12 junto a los ganadores del certamen benjamín, infantil y juvenil. Por otro lado, los premios del certamen ordinario fueron a parar a las cantadoras María Ángeles Altés y Sara Serena, en primer y segundo lugar, respectivamente. Francisco Javier Gracia y Julio Bellido, por su parte, obtuvieron el primer y el segundo lugar en la categoría de cantadores. Las parejas de baile premiadas fueron las formadas por Ester Gimeno y Adrián Tomás y la de Pilar Geriqué y Aarón Rosé.
El certamen, celebrado a lo largo del fin de semana en sus distintas modalidades, ya que el día 9 fue el turno de los más jóvenes (categorías benjamín, infantil y juvenil), supone la vuelta de una de las facetas más tradicionales y esperadas de las fiestas. En la 135ª edición del certamen, que rindió homenaje a la cantadora Josefina Ibáñez, fallecida en junio de este año, se volvieron a escuchar los aplausos, los gritos y los murmullos que la pandemia había arrebatado al mundo del espectáculo, y en particular a las jotas. Todo por parte de un público entregado que también quiso ser protagonista desde el inicio, dentro del tono emotivo pero distendido del evento. No fueron pocos los atrevidos que se levantaron en diferentes ocasiones, sobre todo durante los momentos de más emoción, para aplaudir y reconocer las actuaciones de los joteros.
El público se involucró especialmente con las parejas de joteros, siendo la actuación de Lucía López Muguerza y David Claver López uno de los momentos cumbre de la mañana. Lo mismo ocurrió con el otro dúo, formado por Carla Caballero y Juan Carlos Aguayo. El oscense Toño Julve fue otro de los más aclamados por el público y puso el punto cómico a la mañana del Auditorio antes del cierre a cargo de Lourdes Escusol Alares.
Un ambiente para las grandes citas que sirvió de acompañamiento a las bandurrias, las castañuelas y los siempre característicos trajes regionales y que consiguieron crear una atmósfera más que reconocible, propia de antes de la pandemia sin dejar de lado las medidas de seguridad de un evento cultural todavía en tiempos de restricciones, aunque por la reacción de los espectadores ayer no lo pareciera .
