El perreo gusta. En eso han coincidido las 2.900 personas que se habían acercado al Príncipe Felipe para disfrutar del concierto de una de las reinas de este baile, la barcelonesa Bad Gyal. La joven artista ha apostado por el baile en el concierto de la gran noche del Pilar.

La entrada fue fulgurante. En cuanto las luces se han apagado, han saltado las alarmas y las cuatro bailarinas que han acompañado a Bad Gyal durante todo el espectáculo hicieron acto de presencia. La cantante se ha cuadrado entre dos grandes altavoces blancos, su única escenografía, durante casi 30 segundos: medio minuto para disfrutar de las luces, los chillidos y los aplausos de todos los asistentes, que veneraron a su santa María particular.

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Bad Gyal caldea el Príncipe Felipe Ángel de Castro

Ha bailado Bad Gyal antes de coger el micrófono, en una declaración de intenciones, e hizco que el concierto de ayer fuera más un concurso de danza que una actuación convencional. La barcelonesa sabe que pocos artistas en todo el planeta bailan como ella. Y lo aprovecha.

Tanto gusta el movimiento de Bad Gyal, basado en el perreo pero creciendo hasta rozar la danza del vientre, que los asistentes han ovacionado más sus bailes que los grandes éxitos de la cantante.

PUSSY y Judas han abierto la veda de una hora y media de baile que, sin embargo, ha tardado en contagiar al público, pocos asistentes se han atrevido a levantarse de la silla. Aunque las manos y las caderas no han dejado de moverse en los asientos.

Ha tardado en presentarse la catalana, consciente de que no hacía falta, pero ha asegurado la fiesta con sus palabras: «Mi gente guapa de Zaragoza... Vamos a darle candela». Tanta candela puso Bad Gyal que alguno ha acabado mojado: las primeras filas recibieron su dosis de champán con Slim.

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El humo ha sido una constante en el escenario para esconder y siluetear a una Bad Gyal que no ha dejado de moverse en todo el show. Incluso se ha liberado del micrófono por momentos, para centrar todos sus sentidos en el baile y poder cumplir aquello de que el perreo se debe llevar hasta el suelo. Su espalda y su falda han estado más cerca del público que su cara.

Bad Gyal ha culminado ayer el día grande de los Pilares y marca el camino para la gran noche del Príncipe Felipe, con permiso de las cosechadas por el rapero zaragozano Kase.O. Rauw Alejandro aterriza en Zaragoza, como parte de su gira por España, con casi todo el aforo al completo. El puertorriqueño, actual rey del reggaetón, llega a la capital aragonesa para completar el cometido iniciado por la artista catalana: conseguir que el público baile. Aunque, como sentencia la cantante en Thick, «Bad Gyal solo hay una».