Vetusta Morla se hizo esperar en su concierto de las fiestas del Pilar. No mucho (15 minutos) y justo cuando la gente (cerca de 3.000 personas) se empezaba a impacientar, ha salido entre las sombras para desatar una especie de baile de San Vito colectivo entre un público que aun con el resorte de querer levantarse de sus butacas han mantenido el tipo, eso sí, sin dejar de bailar. Ni una palabra ha dicho Pucho (el vocalista) para empezar directamente con una canción casi hecha para estos tiempos, Los días raros, y sin dar ni un instante de pausa han continuado con Lo que te hace grande (primer momento de histeria colectiva en el pabellón) y con Palmeras en La Mancha. El público quería movimiento y estaba claro que el repertorio estaba fundamentado exclusivamente para ello. 

La banda madrileña, cuyos seis miembros se mostraron especialmente activos, no ha querido dejar de lado al público y con Lo que te hace grande ha tenido clara la especial dedicación al público cuando atronó por el pabellón, «tal vez, lo que me hace grande, es tenerte delante otra vez».

Para entonces, y solo se llevaban apenas unos minutos de actuación, ya estaba claro que Vetusta Morla iba a salir triunfador (una vez más) entre el público zaragozano. Incluso antes de que hayan afrontado dos de sus hits para acabar de lanzar el concierto, Golpe maestro y Consejo de sabios

Antes, ha habido tiempo para presentar la actuación «después de estos días raros que hemos tenido que pasar», ha indicado el vocalista Pucho antes de ser muy sincero: «No teníamos ninguna necesidad de hacer esta gira (de hecho, no tienen ningún disco reciente en el mercado) pero queríamos hacerla por vosotros y, sobre todo, por la industria de la música y nuestro equipo especialmente, que lo han pasado muy mal. Esto es una celebración de la vida y de la música, que tanta salud mental nos da a todos, conviene no olvidarlo, y que tanto nos ha ayudado».

Vetusta Morla es, probablemente en la actualidad uno de los grupos españoles con un directo más potente y, sobre todo, cuidado hasta el mínimo detalle. Las pantallas no dejan de ser un componente más del grupo con las diferentes imágenes que van saliendo y, sobre todo, a día de hoy, se ve que en el escenario vuelcan toda su energía, algo que acaba traspasando la cuarta pared (como si de un teatro se tratara) y quizá ahí resida el enganche tan especial que tiene la banda con sus seguidores.

El Príncipe Felipe fue ayer, en plenas fiestas del Pilar, una prueba más de que, además, el grupo se moría de ganas de volver a salir a un escenario y regalaron casi dos horas de música total a un público satisfecho y encantado de haber podido celebrar la vida con la música y, especialmente, con la de Vetusta Morla. Y es que Zaragoza parece tener una relación especial con una banda que siempre ha hecho parada en la ciudad cuando ha salido a tocar.