–¿Qué balance hace de estos Pilares?

–En líneas generales, el balance es positivo. Ha habido una buena respuesta por parte del público más allá de cuestiones puntuales y de la dificultad que ha habido con el tema de los aforos y las entradas. La respuesta ha sido muy positiva con altos porcentaje de participación y también por parte de la actividad económica. Nos llegan reacciones positivas tanto del sector cultural como del comercial y hostelero. 

–Parece que la gente tiene ganas de celebrar...

–Empezamos a trabajar esto en junio de la mano de Sanidad y no sabíamos en qué escenario íbamos a estar. Afortunadamente, estábamos en el mejor escenario a nivel sanitario desde que se empezó la pandemia y la realidad es que la gente ha respetado todas las medidas de seguridad, han entendido dónde estamos. Pero se ve que la gente tienes ganas de participar en actos y de recuperar tradiciones que llevábamos dos años sin poder hacer. 

–La Ofrenda de flores dejó una sensación agridulce.

–En el caso de la Ofrenda, pedimos quitar la malla una vez que vimos un cambio de la normativa concretamente en el tema de equipamientos deportivos y que en La Romareda se iban a permitir 35.000 personas. No pedimos aumentar el aforo porque entendíamos la situación que teníamos y aunque agradezco la colaboración que ha habido con el Gobierno de Aragón, nosotros hubiéramos quitado la malla. ¿Sensación agridulce? Sí, pero porque la íbamos a tener desde el primer momento. Miles de zaragozanos no iban a poder participar pero, por lo menos, ha habido Ofrenda, algo que no hubo en 2020. Los que participaron lo agradecieron y también la actividad económica, floristas, tiendas de indumentaria…

–Hablaba de una gran respuesta del público. Sin embargo, uno de los temas de estos días han sido los asientos vacíos en los diferentes escenarios. ¿Se podía haber hecho de otra forma el tema de las entradas?

–No queríamos perder la tradición de que en la semana del Pilar la inmensa mayoría de las actividades son gratuitas y por tanto no queríamos discriminar en ese sentido. Hemos corrido ese riesgo de que en el último momento hubiera agente que fallara. Al final, ya veremos los datos definitivos, pero no ha habido tanto fallo porque hemos sido flexibles a la hora de gestionar esos asientos vacíos. En todo momento se arbitró un sistema de devolución responsable y cívico. Sobre las que no se han querido devolver, ahí entra la responsabilidad de cada uno. En cualquier caso, no tenemos aún los datos totales pero el escenario donde menos ocupación ha habido de media ha sido un 65% que es la noria siria. Pero todos los infantiles sobrepasan de largo un 90%, el Parque de los marionetas un 98%, Río y juego un 97%, los cabezudos ha habido muchos días de un 100%...

«La sensación agridulce en la Ofrenda la íbamos a tener desde el primer momento»

–Perdone que insista, ¿pero se estudiaron otros sistemas alternativos y se desecharon?

–Sopesamos todo. Hay que tener en cuenta que por cuestiones técnicas es muy complicada esta gestión de entradas porque hay que actualizar el sistema en cada momento. En unas fiestas normales no gestionas el público que entra o no entra. Nosotros tenemos una experiencia previa en Cultura al raso, llevamos un año y pico haciendo actuaciones al aire libre con este sistema de entradas. En un momento dado sí que se cobró pero es que ahora se han puesto a disposición más de 100.000 entradas. El volumen es mucho mayor y es más difícil de gestionar. Se sopesó cobrar un precio simbólico pero concluimos que por ese precio tampoco se iban a devolver y lo iba a hacer todo mucho más complicado. Es un sistema complicado pero es lo que teníamos que hacer, lo que nos pedía Sanidad y lo importante es haberlo hecho…

–¿Haber hecho los Pilares se refiere?

–Los grupos políticos que me decían que era una inconsciente por organizar todo esto... Al final se ha demostrado que había que organizarlo con todos los requerimientos impuestos y así lo ha valorado el público y el sector.

–Sorprenden especialmente las ausencias en la Ofrenda, ¿no cree?

–Es el acto que más me duele que falte la gente porque hay miles de personas que estaban deseando participar. Entendíamos que había gente a la que igual no le cuadraba el horario y dimos la opción de devolver su plaza, algo que hicieron 424 personas y se convocaron a las siguientes. Hay un pequeño porcentaje que seguro tuvieron algún imprevisto pero, más allá de eso, por eso insistíamos en un llamamiento a la responsabilidad individual. Lo importante de la Ofrenda es que en cuanto acabó todo el mundo ha podido disfrutar de la Virgen que es lo que más nos gusta a todos. Esa es la imagen de Zaragoza que recorre el mundo estos días. 

–¿Por qué no se ha cantado el tradicional ‘Somos’ de Labordeta para cerrar los Pilares?

–El mensaje ha sido muy claro en todo momento. Si no hay fiestas, no hay inicio y no hay un final. Como no hubo pregón no se cantó el Canto a la libertad y si no hay fiestas no hay final y no se canta el Somos ni tenemos fuegos artificiales. Nosotros ya organizamos unas fiestas en 2019 y hubo Canto a la libertad y Somos. Y en 2022 cuando recuperemos las fiestas, habrá pregón, Canto a la libertad, Somos y fuegos artificiales porque no queremos sustituir nada. Que CHA, Podemos, ZeC que a este equipo de gobierno nos han dicho de todo por organizar unas actividades culturales y hablaban de un error fatal porque estábamos llamando a las fiestas, ahora estén organizando un fin de fiestas… Me parece incoherente. El abrazo jotero es un acto con el que cerrar la programación de esta semana. Ni hemos quitado el Somos ni el Canto a la libertad pero es que si no hay fiestas no hay inicio y no hay final. En 2019, este equipo de gobierno ya hizo unas fiestas y cantamos el Somos. Por cierto, no vino ninguno de esos políticos, yo sí. Me sorprende que ahora busquen una polémica donde no la hay. Yo soy la primera que vive nuestras tradiciones y no tengo que demostrar nada. Tienen un afán de demagogia política. 

«En 2022, cuando haya fiestas, habrá pregón, ‘Canto a la libertad’, ‘Somos’ y fuegos»

–Sí es verdad que ustedes están apostando por la jota.

–Por la jota y por el folclore, por nuestras tradiciones pero no solo en fechas señaladas como el Pilar porque queremos reivindicar nuestras tradiciones. Llevamos dos veranos y unas Navidades programando jota, tuvimos un Zarajota,... Creemos que tenemos una riqueza que nos identifica y que se puede disfrutar de otra forma.  

–También hay que hablar de los incidentes que se han producido estos días.

–Los incidentes que ha habido son mucho menores que en otras grandes ciudades afortunadamente ni siquiera ha habido las aglomeraciones de otros años. 

–Ya le toca organizar unas Fiestas del Pilar en normalidad en 2022...

–Yo espero que tengamos, no ya porque me toque a mí organizarlas, sino porque querrá decir que la situación sanitaria está superada y estamos en condiciones de celebrar con normalidad. La verdad es que a nivel cultural hemos estado parados solo durante el confinamiento, el resto del tiempo hemos creado nuevos proyectos, limitados por las restricciones que ya tenemos ganas de que se acaben, pero a nivel cultural no me quejo, me siento una privilegiada por todo lo que hemos podido organizar durante todo este tiempo.