El Periódico de Aragón

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LOS PREPARATIVOS DE LAS FIESTAS DEL PILAR

Los feriantes abrazan la "normalidad" poscovid pero plantean aumentar precios por la "temida" subida de la luz

El sector solicita subir el precio de las atracciones en Zaragoza en 50 céntimos. Valdespartera acogerá este año 144 puestos y alguna novedad con respecto a 2019

Este año se instalarán 144 puestos en el recinto ferial de Valdespartera y todo será de nuevo como en 2019. JAIME GALINDO

Las Fiestas del Pilar son un momento de júbilo y alegría para muchos zaragozanos, pero también es un periodo de mucho trabajo para determinados colectivos y sectores económicos. Es el caso de los feriantes, que este año regresan ya sin restricciones covid al recinto de Valdespartera con ganas de superar las cifras de visitantes de 2019 pero también con una preocupación por encima del resto: el precio de la energía.

«Es la mayor preocupación», confirma Javier Molina, gerente del recinto ferial tras haberse adjudicado un contrato público en 2018. «A principios de septiembre me reuní con Endesa para hacer una previsión sobre el gasto estimado este año y calculamos que será el doble de lo que pagamos por la luz en 2019. Y aún así creo que nos vamos a quedar cortos y que el recibo nos dará algún disgusto, porque ya me dijeron entonces que no garantizaban que los precios que había en septiembre se mantengan en octubre», explica el empresario.

Por este motivo, los gastos de los puestos se van a disparar, ya que el canon que han de pagar al ayuntamiento se mantiene, así como los precios que se cobran a los visitantes, que se fijaron en el contrato firmado en 2018. Por eso, los feriantes que se instalan en el recinto de Valdespartera han solicitado a Molina que negocie una subida de 0,50 euros por cada viaje y atracción para tratar de asegurar la rentabilidad de estos negocios.

«Lo hemos transmitido ya a Servicios Públicos y estamos a la espera. Ojalá lo consideren porque nos da miedo lo que pueda llegar de factura», insiste Molina. A pesar de esto, este empresario afirma que la demanda para ocupar los puestos en el recinto ferial ha sido muy elevada.

Debido a que algunas familias han dejado de trabajar como feriantes tras la pandemia, Molina ofertó 17 puestos y atracciones para los que recibió 45 solicitudes. «Hay muchas ganas. El colectivo feriante está muy contento por volver a la normalidad», afirma Molina.

160 familias de feriantes

En total, el Ferial de Valdespartera lo conformarán 144 puestos entre atracciones, tómbolas, hostelería y otros servicios. Este año, como novedad, se ha traído un espectáculo que se inauguró en la Feria de Sevilla y que Molina espera que tenga muy buena acogida.

En 2021, con la pandemia todavía fuera de control, se permitió la instalación de 110 puestos, si bien el recinto estaba aforado, se debían garantizar las medidas sanitarias y de distancia entre personas dictadas por la DGA y se distinguieron las salidas de las entradas para evitar aglomeraciones. «Se resolvió bien, pero sin la Oktoberfest ni el Espacio Zity no fue lo mismo», dice Molina.

Este año, después de tres, el complejo volverá a adquirir las dimensiones de siempre. Las ferias van a comenzar a instalarse en los próximos días y mañana se procederá a la primera revisión por parte de Bomberos y Policía Local. El día de antes al comienzo de los Pilares ya estará todo listo para funcionar.

Como en anteriores ocasiones, además, el recinto permanecerá abierto una vez acaben las fiestas, es decir, más allá del 16 de octubre. Esa semana posterior habrá dos por uno en el precio de las atracciones y el día 23 será el día de precios populares. El 27 tendrá que estar ya todo desmontado, desalojado y limpio.

Pero estas Fiestas del Pilar no son el primer evento en la comunidad en la que este sector ha podido sacar sus puestos a las calles. Según explica el presidente de la Asociación de Feriantes, Ángel Barata, «este verano ya se ha podido trabajar como siempre», aunque el aumento del precio de los combustibles y de la energía ha complicado algo las cosas en un sector en el que «estamos acostumbrados a sobrevivir sea como sea», dice Barata.

Además, hay localidades, como en Calatayud, en la que les han subido el precio del canon por establecer sus puestos en la calle. «Allí hemos pagado 60 céntimos por metro cuadrado y día, y sin embargo en Monzón nos han bajado las cuotas a la mitad», cuenta. «Intentamos no repercutir los gastos que tenemos en el precio a nuestros clientes, pero a veces no queda otro remedio porque si antes me costaba ir a Calanda 300 euros, ahora con el precio del diesel son 600», explica.

En Aragón hay unos 160 feriantes «y unas 12 familias han dejado de trabajar definitivamente en el sector después de la pandemia». «Han sido tiempos duros pero somos luchadores», zanja Barata.

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