Si hay un espacio en las Fiestas del Pilar en el que se puede ver, tocar, experimentar y saborear casi de todo, ese es sin duda la Feria General que cada año abre sus puertas en la Feria de Zaragoza para llenar de color y productos variopintos unos días muy especiales para la ciudad con una completa oferta de expositores y actividades dirigidas a públicos de todas las edades.

El certamen, que alcanzará este año su 81ª edición, ha sabido evolucionar con propuestas que se renuevan año a año para convertirse en una cita de referencia dentro del programa festivo.

La historia de la Feria General está plagada de hitos y datos curiosos. Su primera edición, con un presupuesto de 600.000 pesetas, se celebró en mayo de 1041 y duró un mes. Fue tal el éxito que se decidió volver a celebrarla en octubre de este mismo año. Durante los 32 días que duró el certamen, consiguió aglutinar a 220.517 personas.

La primera edición de la entonces Feria Oficial y Nacional de Muestras (FONM) constituyó un avance para su tiempo, y entre la normativa ya se advertía, entre otras cosas, de la prohibición de fumar dentro de los stands e incluso en las instalaciones, todo un hito en aquellos tiempos.

El éxito de la contratación fue tal, que en los primeros días de comercialización se agotaron los 88 espacios situados dentro de los pórticos que rodeaban el recinto. La inauguración de la feria se anunció por la radio: “Mañana a las once y media de la mañana se inaugura la Feria Nacional de Muestras de Zaragoza”. Un horario, el de las 11.30 horas, que se ha mantenido hasta la actualidad.

Entre los productos que formaban parte de esta feria destacaban algunos nuevos inventos, como una máquina ingeniosa para cerrar latas de conserva o una miniatura de una máquina para lavar y escurrir la ropa, junto a otros artículos como boinas, fotografías, botellas, palos de regaliz, un lujoso salón o prendas de ropa.

Ya en las primeras ediciones, la oferta expositiva era amplia con productos de todas las clases: maquinaria industrial, automóviles, productos para la agricultura, industria química, alimentación, textil y confección, bebidas, herramientas o aparatos eléctricos, entre otros. En definitiva, una completa oferta que, en algunos aspectos, es similar a la que se ofrece hoy en día, con expositores de moda, decoración y muebles, y menaje y electrodomésticos.

Nueva ubicación

Desde aquella primera feria celebrada en 1941 han transcurrido 80 ediciones. Millones de personas han pasado por el que es actualmente el salón más longevo de los que tienen lugar en España, un referente para otras instituciones feriales del país y un lugar de reunión para muchos zaragozanos durante los festejos. A lo largo de estas ediciones, han sido muchos los momentos importantes que han servido para posicionar el certamen en la memoria y la retina del público, que tiene a la feria como parte de sus recuerdos.

Sin duda, el momento más relevante se vivió el 9 de octubre de 1986 con la inauguración por parte de los Reyes de España (los ahora eméritos), de las nuevas instalaciones de la Feria de Zaragoza, ubicadas en la carretera de Madrid, un recinto con un diseño innovador y capaz de ser escenario de los mejores eventos que se dan cita en Zaragoza.

La Feria General de aquel mes de octubre de hace 34 años fue la encargada de abrir el telón a este nuevo espacio, que ha sido protagonista directo de los mayores salones que se han celebrado en Europa en los últimos años.

De la Feria General han surgido gran parte de los salones monográficos que han hecho de la Feria de Zaragoza una de las principales organizaciones feriales de Europa. Proyectos tan importantes como FIMA, FIGAN, Enomaq, Tecnovid, Smagua o Smopyc, que son referentes mundiales en su sector y congregan a un buen número de visitantes, batiendo récords edición tras edición.

Escaparate para todos

Hoy en día, dentro de las Fiestas del Pilar, la Feria General constituye un marco inigualable para exhibir todo tipo de productos. Uno de los grandes éxitos del certamen a lo largo de todos estos años ha sido saber fidelizar y conocer las necesidades de cada una de las personas que visitan el certamen introduciendo actualizaciones para que su oferta resulte atractiva durante muchos años más.

En 1999, hace más de 20 años, llegaría una de las novedades que ha resultado ser uno de los principales reclamos de la feria de los últimos años, el pabellón de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Viendo el éxito que tenía entre los asistentes, fundamentalmente los más pequeños, desde el año 2002 ocupan un pabellón íntegro, el número 3, que cuenta con 9.000 metros cuadrados.

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Con el traslado de la feria del recinto de Isabel La Católica a las nuevas instalaciones de la carretera de Madrid, la Feria General comenzó a dar un giro a las propuestas que ofrecía el certamen y aportar un valor más lúdico a la visita. De este modo, comenzaron a emerger en las atracciones feriales y actividades pensadas para toda la familia.

Música, folclore, moda y alimentación componen actualmente la oferta de la Feria General en la que tampoco falta la exhibición de nuevos artilugios. Una apuesta por el futuro que ha formado parte de la Feria General desde sus orígenes.